Novela gris

La culpa la tuvo ese sellito rojo de su portada que reza "Mejor novela criminal por la Academia Sueca" y que no hacía otra cosa que gritarme "Léeme, Léeme". Ni falta hace que os cuente que allá que fui yo de cabeza tras sus letras. Hoy toca una novela negra aunque para mí, más bien sea gris.
John Jonsson ha aparecido asesinado en un vertedero de nieve. Alguien se ha ensañado con él. Todos los indicios apuntan a que su verdugo quería sonsacarle algún tipo de información de ahí el cuerpo mutilado. En un principio las voces acusadoras señalarán a Lennart, su hermano, un delincuente de media que no poca monta.
Los encargados de resolver el crimen serán un grupo de policías de Uppsala, Suecia. Entre ellos destacan Fredriksson, Ola Haver, Ottosson y Ann Lindell. Entre la última y el segundo hay algo más que amistad aunque aún no ha pasado nada, se respira cierta tensión sexual. Así pues, la vida personal y no sólo la profesional de dichos personajes cobra importancia. 
En la contraportada empiezan los "baches". Veréis, en la sinopsis nos cuentan que Lindell es la protagonista de las obras de Kjell Eriksson, el autor, sin embargo, en esta, La princesa de Burundi, ella, bajo mi punto de vista, no posee un papel relevante y adquiere una mayor presencia a partir de la página doscientas (larga) de (casi) cuatrocientas.
Por otra parte, ya sabéis que uno de los ingredientes que hacen que este sea uno de mis géneros favoritos es la posibilidad que tiene el lector de jugar a detectives. Si el escritor no consigue picarte el gusanillo, mal vamos.
Es lo que me ha pasado con la obra en cuestión. A mí me da igual que el asesino o asesinos no aparezca/n en la misma hasta el final de sus páginas, lo que pido es que al menos mi curiosidad por que se descubra al culpable aumente con cada pasar de hoja.
Mi apetito en este sentido se ha visto satisfecho momentáneamente pero en general, creo que a la historia le falta chicha a la que agarrarse.
En cuanto a los personajes, me quedo con el segundo de los "malos", un tal Vincent Hahn que resulta ser un loco de atar al que no tardamos en quitar la máscara. El nombre de la novela me gusta. Hace referencia a un pez y a la mujer del asesinado aunque no tiene un papel esencial.
La historia está bien escrita aunque el estilo del escritor no sea mi tipo. No he logrado sumergirme en la trama como me gustaría ni tampoco he empatizado con los protagonistas.
La he leído de la A a la Z, sin dejarme nada y no es que se me haya hecho muy pesada pero no ha terminado de cuajar. Pasó "ni fú ni fa" por mi paladar. Si os animáis o la habéis leído espero vuestras opiniones, como siempre. ¡Saludos devorador@s!
Agradecimientos JP Libros