Novelas y ensayos basados en Don Quijote de la Mancha
Este año conmemoramos el cuarto centenario de la publicación de la segunda parte de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, publicada en 1615 con el título de El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha.
Don Quijote, un personaje universal, ha inspirado a numerosos autores a lo largo de estos 400 años. Esta recopilación recoge algunas de estas novelas basadas en la obra de Cervantes, así como algunos ensayos sobre la misma:
Al morir don Quijote de Andrés Trapiello toma los personajes que permanecen a la muerte del hidalgo caballero y construye una apasionante novela que conjuga intriga, ironía y pericia literaria alcanzando una narración ágil y deslumbrante.
Un caluroso día de octubre de 1614 moría el señor Alonso Quijano, conocido como don Quijote de la Mancha, asistido por su sobrina y el ama y rodeado de sus amigos, y el mismo día, por la tarde, se le enterraba en presencia de todo el pueblo. La novela de don Quijote había llegado a su término, pero no así la de muchos a los que la vida increíble del ingenioso hidalgo había sacado de su previsible anonimato. Y si don Quijote había tenido su novela, también la tuvieron, muerto él y por haber trenzado sus vidas con la suya, Sancho Panza, Dulcinea el ama, la sobrina, el bachiller Sansón Carrasco, Cardenia, Luscinda, el cautivo capitán Biedma, los duque Ginés de Pasamonte, Roque Guinart, Ricote y cuantos quedaron marcados para siempre por la inagotable humanidad de quien fue tenido en su tiempo por el mayor y más gracioso de los locos.
Al morir don Quijote, quedaron sus parientes y amigos, entre ellos Sancho y el bachiller Sansón Carrasco, su sobrina Antonia y el ama Quiteria, en el mayor desconsuelo y desconcierto. La muerte del caballero trajo a todos transformaciones asombrosas: aprendió a leer Sancho, que leyó su propia historia y la de don Quijote en los libros que publicó Cervantes, colgó sus hábitos el bachiller y se enamoró Antonia de él, llevando en su vientre al hijo de otro, y la vida en su aldea se estrechó tanto para los cuatro, que decidieron partir a las Indias, buscando fortuna y poner un poco de espacio al desamparo en que les dejó a todos la muerte de don Quijote.Pero el camino emprendido se llenará de aventuras, no todas venturosas. Conocerán el mar, sus tormentas y corsarios, la ilusión de un paraíso y el temor de perderlo antes de alcanzarlo, prosperarán y fracasarán en cuanto emprendan, y verán cómo la vida nueva se entrelaza con la antigua, pues la sombra de don Quijote, y aun de Cervantes, y cuanto a uno y a otro sucedió, les seguirá hasta el Perú, con personajes que el lector del Quijote y de la vida de Cervantes conoce bien, y allí en las Indias la mayor parte de ellos acabarán sus vidas.
¿Pudo existir realmente una obra previa a aquella primera parte del Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha que Miguel de Cervantes Saavedra llevó a la imprenta en el año 1605? ¿Y es verdaderamente posible que en ella se presentase al hidalgo como "un hombre tan obsesionado por las historias de zombis y de zombificados que se contaban en las tierras donde habitaba, que decidió hacerse nada menos que perseguidor de no-muertos, a la manera que se explicaba en dichos libros", tal y como se afirma categóricamente en algunos cenáculos literarios?
El regreso de Don Quijote culmina una etapa de la obra de Chesterton que la crítica ha llamado período quijotesco. El autor defiende la cordura del caballero contra la locura del mundo que aceptamos por canónico. En su novela habla de la locura infecciosa, de aquella que aqueja a un grupo de aficionados que preparan una obra de teatro sobre una leyenda medieval y que, una vez terminada la función, se niegan a abandonar sus ropas medievales y pretenden instaurar en Inglaterra el antiguo orden de la caballería. En El regreso de Don Quijote se dan cita buena parte de los temas políticos que preocupaban al autor por aquellas fechas, a la vez que se procura dar un correcto entendimiento del mito quijotesco.
La novela parte de una sugestiva premisa: ¿Y si don Quijote, mucho antes de morir hubiese recobrado la razón y hubiese decidido de nuevo, junto a Sancho, ponerse en camino para "desfacer" los entuertos cometidos en sus anteriores recorridos? Toulet demuestra su hondo conocimiento del gran clásico hispano, sometiendo a un don Quijote inopinadamente sensato a unas peripecias fantásticas o realistas, en donde, sirviéndose del típico artilugio cervantino de la narración dentro de la narración, somete al relato a una irrisión de gran sutileza y a giros de fina perversidad, en los que hace intuir con ingenio posibles aspectos ocultos de la célebre novela a causa de la implícita censura religiosa de la época.
Recreación conmovedora y sustancial de las andanzas del inmortal caballero. Al hilo de las aventuras por una España que despierta de un letargo impuesto, el padre Quijote y el ex-alcalde comunista de El Toboso enhebran una plática que, en principio, parece recrudecer el antiguo pleito entre el marxismo y la religión católica, pero que pronto trasciende esa polémica y se sumerge en aguas más profundas: la fe, el amor, la integridad moral, el enriquecimiento mutuo de dos hombres que deponen la acritud del dogmatismo para conversar.
Andrés Trapiello, escritor y experto en Cervantes, nos sorprende con una ambiciosa edición de uno de los mayores hitos de la literatura universal: el Quijote. Puesto en castellano actual íntegra y fielmente, este libro pretende acercar las aventuras de don Quijote y Sancho Panza a todos los lectores para que puedan disfrutar de ellas sin la dificultad que puede suponer leerlas en el castellano de cuatrocientos años atrás. En el prólogo a esta edición, Mario Vargas Llosa, escritor galardonado con el premio Nobel de Literatura, afirma: " En la versión de Trapiello la obra de Cervantes se ha rejuvenecido y actualizado [...] sin dejar de ser ella misma, poniéndose al alcance de muchos lectores a los que el esfuerzo de consultar las eruditas notas a pie de página o los vocabularios antiguos, disuadían de leer la novela de Cervantes de principio a fin. Ahora podrán hacerlo, disfrutar de ella y, acaso, sentirse incitados a enfrentarse, con mejores armas intelectuales, al texto original ".
La continuación apócrifa del "Quijote" cervantino, escrito por quien firma como Alonso Fernández de Avellaneda, se inicia con la llegada a la aldea de don Quijote, identificada con el nombre de Argamasilla de la Mancha (probable referencia a Argamasilla de Alba), de unos caballeros granadinos que se dirigen a Zaragoza a participar en unas justas. Uno de ellos, don Álvaro Tarfe, se hospeda en casa de don Quijote, que ha recuperado la razón y usa su nombre verdadero, Martín Quijada (en la segunda parte de la novela original es Alonso Quijano). Las conversaciones con Tarfe exaltan nuevamente la locura del manchego, quien después de la partida de los granadinos toma la decisión de reanudar su vida aventurera, con el nombre de Caballero Desamorado, porque decide renunciar al amor de Dulcinea del Toboso.
Ambientada en Lituania y en el complejo de Auschwitz, esta novela, en una parte nos cuenta la historia de amor entre Elí, un judío sobreviviente del Holocausto y su mujer Marganit y el exterminio de los niños judíos de la Escuela de Albañilería que los nazis organizaron en Birkenau para la construcción de los hornos crematorios, y en otra parte la aventura de Petrauskas, alumno de de dicha escuela, que se fuga de la muerte porque en su mente maravillosa, enriquecida por la lectura del Quijote, que se había traducido al lituano en 1942, sueña que aquel judío de la Triste Figura lucha contra los molinos de viento representados por las torres de vigilancia que tienen una aspa con la forma de una esvástica. Elí y Petrauskas se conocen veinte años después porque Elí escribe una novela sobre la fuga de Petrauskas y este ve el primer capítulo publicado en un diario local.
En este cómic para adultos, Alonso Quijano, un anciano duro de pelar, debe de salvar al pueblo de Tobosow de la invasión de una empresa dispuesta a construir un gigantesco parque de molinos eólicos. Con la ayuda de su bicicleta Rocinante y de su nieto Robin (fan de Batman y transmutado aquí en un perfecto Sancho Panza), Alonso se lanza sin parpadear e n una arriesgada aventura digna del más valiente caballero. Cervantes creó uno de los héroes más famoso de la literatura e imaginería de nuestro país, Don Quijote. Ahora Flix se atreve a interpretar de una manera desenfrenada y muy actualizada a nuestro héroe. Partiendo de lugares y personajes que ya conocemos todos, recrea una historia repleta de referencias a la medida de nuestro gran clásico. La mente desvariada de Alonso, la fantasía desmedida de su nieto y las peripecias en la que se ven envueltos no ocultan la verdadera naturaleza de este álbum que trata, emulando y utilizando la obra del insigne Miguel de Cervantes, de las duras pruebas de la vejez.
La historia de Caridad es un delirio parecido a la vida, un paseo por los límites de la cordura, la memoria y el dolor. Un diario privado, el último gran reto de una mente brillante y cansada. El legado de toda una generación de mujeres que vivieron a la sombra del machismo y la tradición interesada. Incapaz de olvidar el pasado, afronta su ingreso en una residencia de la única manera posible: abrazada a la lectura de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. De la mano de don Quijote y Sancho, se refugia en un universo de gigantes disfrazados de molinos, vestiglos, sabios encantadores, aldonzas y dulcineas, fantasías descarnadas y realidades fabulosas.
La historia de Caridad es una invitación a la sonrisa y a la lágrima, la burla contenida de un mundo absurdo y bello, amargo y dulce, infestado de modernas novelas de caballería, capaces de enloquecer al más cuerdo de los dementes.
" Nadie los vio partir desde Cadiz. Tampoco los vieron desembarcar una aciaga noche frente a las costas del Brasil, cuatro siglos después..." Con estas palabras comienza una novela rocambolesca, absurda, histriónica, irreverente con el legado de Cervantes.
A través de los ojos de don Quijote, el lector irá comprobando como las fantasías, obsesiones, rebeldías de nuestro más ilustre loco se quedan siempre cortas, faltas de sentido, conforme va descubriendo página tras página, una realidad todavía más insensata y trágica, como es la realidad de nuestros días. Aquí, en estos tiempos donde sobra el lanzón, la adarga y la celada. Ahora, cuando ni siquiera el Evangelio alcanza para digerir la corrupción de esta tierra, de este planeta.
La Sombra de Don Quijote es una amarga, y lúcida reflexión sobre las tremendas contradicciones de la sociedad actual a través del viaje onírico de un trasunto de Don Quijote. Reivindicativo, como son las obras de Fuentes y Clarey, este cómic pone el dedo en la llaga de lo que no funciona en esta sociedad. Con prólogo de Jordi Robirosa, periodista de TV3 y diletante cervantino.
Un apacible viudo se enfrascó tanto en la lectura de cómics que se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio; y así, del poco dormir y del mucho leer se le secó el cerebro de manera que vino a perder el juicio. Se le llenó la fantasía de todo aquello que leía en los tebeos, así de conspiraciones y complots como de superpoderes, batallas, venganzas, mutantes, bombardeos, amores, tormentas y disparates imposibles; y se le asentó en la imaginación que era verdad toda aquella máquina de soñadas invenciones que leía. Rematado ya su juicio, vino a dar en el más extraño pensamiento que jamás dio loco en el mundo, y fue que le pareció convenible y necesario hacerse superhéroe y andar por el mundo convertido en el capitán Carpeto, vestido con leotardos, capa y un orinal en la cabeza a modo de casco.
Publicada por entregas en el diario 20 Minutos, esta novela es el desternillante homenaje que Rafael Reig rinde al Quijote, con la primera salida de Carpeto, que lleva como escudero a Catalina Colomer, una internauta y enfermera en paro que lo acompañará por España en aventuras disparatadas, desde un combate contra los molinos de un parque eólico hasta el abordaje de pateras y los encuentros con delincuentes financieros, políticos o especuladores inmobiliarios.
La estructura de la Vida de Pedro Saputo se basa, en gran medida, en los grandes clásicos de la literatura española, sobre todo, en la novela picaresca y, cómo no, en el Quijote de Miguel de Cervantes. De ellas toma Braulio Foz el carácter itinerante y viajero de su personaje, que marcha, como el Caballero de la Mancha, en busca de aventuras. De ahí, y de su calidad literaria, que Marcelino Menéndez Pelayo denominara la Vida de Pedro Saputo "el Quijote aragonés". Pedro Saputo sale al mundo para conocer, no quiere apoyos ni ayudas de ningún tipo, confía sobre todo en su ingenio como hombre agudo y en su plena conciencia de la libertad para hacer lo que en cada momento le apetezca, no se somete a ningún prejuicio, no le ata más sentimiento que el amor a los suyos y al ser humano que busca la bondad y la perfección, y una necesidad de búsqueda, sin querer mal para nadie (a menos que lo merezca).
Los cuentos de El buen Sancho, de Azorín, nos acercan por un lado, al poético mundo de las recreaciones azorinianas de personajes cervantinos. Y por otro, nos vamos a encontrar en ellos con unos seres enajenados por la lectura del Quijote o con intelectuales -plenos de idealismo- que viajan a la Mancha tras las huellas de Cervantes.
Thomas Mann y su mujer, Katia, realizaron diez viajes a Estados Unidos. En el primero navegaron en el "Volendam", de la Holland-America-Linj y, en el curso de la travesía, Mann leyó la edición en cuatro pequeños volúmenes encuadernados en tela color naranja de Don Quijote y escribió un diario, Viaje por mar con Don Quijote, donde, por una parte, expresa sus opiniones -certeras, iluminadoras, inteligentes siempre- sobre la novela de Cervantes, y, por otra, nos describe la vida a bordo y nos narra los pequeños incidentes a que da lugar. Este curioso documento sobre lo que era en aquella época la travesía en un lujoso trasatlántico y sobre los viajes del matrimonio Mann a Estados Unidos se completa con una interesante serie de fotografías y de textos añadidos a la edición original.
La ruta de Don Quijote es una de las más frescas crónicas de los pueblos y gentes de La Mancha. Con esta obra " Azorín " hace un homenaje suave, irónico y distanciado a la figura del ilustre hidalgo, muy lejos del cervantismo erudito y de gabinete.
En el curso 1951-1952, cuatro años antes de publicar Lolita, Vladimir Nabokov dictó en la Universidad de Harvard seis lecciones sobre el Quijote. Aquellas clases, en las que el escritor pretendía demostrar que se trataba "del libro más amargo y bárbaro de todos los tiempos", fueron publicadas póstumamente, en 1983. Nabokov no pensaba que el Quijote fuera la mejor novela de todos los tiempos; ni siquiera creía que fuera buena. Él mismo reconocía que habría abandonado gustoso su lectura en el capítulo sexto, tras el escrutinio de la biblioteca del caballero. Quizá el gran error de interpretación de Nabokov fue enfrentarse al Quijote desde una perspectiva totalmente anglosajona; a Cervantes, desde la devoción más absoluta a Shakespeare: "Es muy posible que mientras Cervantes inventaba a su loco caballero, Shakespeare estuviera inventando a su rey loco, aunque del rey Lear, el Quijote sólo podría ser el escudero". Ante de los seiscientos estudiantes que siguieron aquellas conferencias, intentó desmitificar el libro y hacerles evidentes, con idéntico ahínco, sus defectos y sus aciertos a lo largo de los diversos temas en los que centró las sesiones: las victorias y las derrotas, Dulcinea y la muerte, el engaño y la crueldad, el hidalgo y el escudero. A pesar de sus controvertidas opiniones sobre el autor y su personaje, Nabokov reconoció sin ambages la pervivencia del Quijote en la gran narrativa posterior, desde Dickens hasta Tolstoi.
En el ámbito del pensamiento, la preocupación por España estuvo representada en el proyecto novecentista por Ortega y Gasset. Las Meditaciones del Quijote fue el primer libro publicado por Ortega, en 1914. Es el punto de partida de toda su obra posterior. Sobre la convicción íntima del carácter fundamental del "Quijote" , su profundidad y su plenitud española, el autor hila estas "meditaciones " concentrando en el libro de Cervantes sus preocupaciones en relación con el tema de España.
El libro de entretenimiento más original de la literatura universal inicia y culmina un nuevo género: la novela moderna. Unamuno se entregó a retratar, exaltar y hasta venerar la figura del Hidalgo. Con una extraña mezcla de admiración y animadversión hacia Cervantes, Unamuno tomando el Quijote en ocasiones como simple texto y sirviéndose en otras de él como de estímulo y fuente de inspiración, logró crear un inspirado ensayo de gran valor literario y filosófico.
Ninguna cocina del mundo ha tenido más noble legitimación que la manchega: nada menos que El Quijote ha servido de modelo literario para cantar, ensalzar y subrayar las bondades de esta culinaria de pastores, gañanes, arrieros, correcaminos, cómicos... Una cocina que ha llegado a influir notablemente en la cocina madrileña, imponiendo durante más de cinco siglos sus asados, salsas, guisotes, pepitorias, dulcería y vinos. El profundo conocimiento de la cocina de su tierra permite a Lorenzo Díaz, prestigioso gastrónomo y manchego de naturaleza y profesión, ofrecernos un texto en el que de forma magistral se entremezclan recetas de tiempos del Hidalgo con divertidísimas anécdotas y rigurosas precisiones culinarias.