Revista Cultura y Ocio

Noviembre, recuerdos a los difuntos y fantasmas de un lejano pasado

Por Paullushistoricus @paullushistoric

Empezamos un nuevo mes, Noviembre, el penúltimo del año, con la celebración del día de los difuntos. Una fecha en la que buena parte de la población española y en otras partes del mundo, acuden a los cementerios a visitar a sus familiares fallecidos, y a llevarles flores. El tema de la muerte nos recuerda el carácter efímero de la vida, algo que siempre ha acompañado a la historia de la Humanidad, por lo menos desde que el ser humano fue dotado de lo que conocemos como razón.

Y es que costumbres como las de llevar flores a los difuntos tienen un origen en la Antigüedad, puede que por sus atributos aromáticos, aunque también son una buena metáfora que resumen la vida del hombre.

All-Saints

Todos los santos, Fra Angélico, s.XIV

Dentro de la tradición cristiana, el día 1 de noviembre se celebra la festividad de Todos los Santos, haciendo referencias a todos los que han muerto y han superado el purgatorio, consiguiendo la vida eterna al lado de Dios. Los que no han superado esa fase, tienen su día el 2 de noviembre, “Día de Todos los Muertos”.

Desde punto de vista histórico, resulta interesante como las diferentes culturas han ido abordando el tema de la muerte, del Más Allá y también de lo paranormal.

La duda de que si alguien al morir no termina de abandonar el mundo, ha sido una idea que ha rondado a las personas desde la Antigüedad. 

Hablamos de la existencias de Fantasmas.

 Si nos ponemos a buscar la palabra “fantasma” en la RAE, encontramos en una de sus acepciones que se trata de una “imagen de una persona muerta que, según algunos, se aparece a los vivos”. Sucesos inexplicables, paranormales, que se alejan de la razón humana. Creer o no creer puede ser una elección que depende de cada persona, en su filosofía de vida. Echando la vista en el pasado, los fantasmas no faltaron en el imaginario colectivo de sociedades de la Antigüedad como la griega o la romana, sobre todo esta última era realmente supersticiosa.  Así consta en las numerosas fuentes escritas, desde los relatos de personajes ilustres como los emperadores o personas importantes, o en los relatos literarios, en las hazañas de los héroes o dioses. A pesar de no quedar registro, seguramente habría infinidad de historias transmitidas oralmente en los distintos lugares. En todo caso, ¿Quiénes eran?, ¿Por qué se hacían aparecer? ¿Se diferencia en la visión que tenemos actualmente de ellos?

Estela funeraria consagrada a los dioses Manes.

Estela funeraria cristiana aún “consagrada” a los dioses Manes.

Se consideraban fantasmas aquellas sombras de los difuntos que no habían conseguido completar su camino hacia su Más Allá, el inframundo, el Hades. Esto podía darse por varias razones, entre las que destacamos: no haber recibido una sepultura correcta (sin los correspondientes rituales), el haber muerto antes de tiempo sin haberse casado ni haber tenido descendencia, y por último, el haber recibido un desenlace violento, en batalla o un asesinato.

Por ejemplo, Nerón, quien había ordenado asesinar a su madre Agripina, confesaba que vivía atormentado por su fantasma, que habitualmente lo perseguía.

La venganza era uno de los motivos por los cual el difunto regresaba, no obstante no era el único. ¿Quién no recuerda el argumento de la película de Ghost? Pues sí, algunos fantasmas regresaban para revelar el nombre de su asesino (y así impartir “justicia”). De estos hay algunos ejemplos como la famosa novela de Apuleyo El asno de Oro, que narra el caso de Tlepolemo, quien advierte a su esposa Gracia de que su “amigo” Transilo había acabado con su vida.

Otros regresaban para concluir alguna cosa que se había quedado pendiente, aunque no siempre su papel debía de ser considerado negativo, ya que podían prevenir a algún vivo de alguna desgracia, para devolver algún favor del pasado.

Además no podemos dejar de citar al famoso héroe troyano Eneas, que según la historia que narra la Eneida, recibió la visita de dos fantasmas: en primer lugar se le aparece Héctor, que le aconseja huir de Troya con los penates ante la inminente caída. Y luego recibe a su esposa Creúsa, para anunciarle su muerte y revelarle la importancia que tendrá en el futuro, convirtiéndose en rey de un territorio lejano.

Escena de Eneas frente el fantasma de Creúsa (c.1530)

Escena de Eneas frente el fantasma de Creúsa (c.1530)

Normalmente los fantasmas solían aparecer por la noche, en la oscuridad, aunque hay casos de otros momentos del día. Incluso en sueños, convirtiéndose a veces en mensajeros.

Sobre todo en la sociedad romana se concibe un gran respeto a los difuntos, y en buena medida por temor a que pudieran causar algún perjuicio. Basta ver los rituales a los dioses manes, que eran considerados espíritus de los antepasados a los cuales se pedía algún tipo de protección.

Para concluir, primero os recomiendo la lectura del libro que he usado de fuente de información y que indico en el pie de la entrada, no solo habla de fantasmas, sino de otros seres sobrenaturales como muertos vivientes, brujas y otros en la Antigüedad. Y después destaco las similitudes de las historias con la percepción que se nos muestran de los fantasmas en la actualidad: Series de TV, libros o películas entre otras. Y muchas opiniones encontradas entre ellos: desde los que creen ciegamente en ellos, hasta los que piensan que son fruto de la imaginación humana, ¿y vosotros que opináis?


Noviembre, recuerdos a los difuntos y fantasmas de un lejano pasado

Volver a la Portada de Logo Paperblog