Revista Cine
Director: Gregg Araki
¿Pueden creer que Gregg Araki tenía cuarenta años cuando hizo "Nowhere"? El tipo cumplirá ochenta y de igual forma seguirá deleitándonos con estas juveniles locuras suyas que nacen desde lo más hondo de su colorida alma y de su incontrolable e insobornable mente. Hemos llegado al fin de esta Trilogía Apocalíptica Adolescente, y como ven, estoy vivito y coleando. "Nowhere" es mi favorita de las tres; es la que más me aviva la circulación de la sangre, la que más hace que se me electrice el cerebro y la que más me pone los pelos de punta de lo genial que es. "Nowhere" es una fiesta y un desmadre que hay que disfrutar en todo su vasto y delicioso esplendor. Es brillante, qué quieren que les diga.
Gregg Araki dijo, de manera categórica y lapidaria, que "Nowhere" es como un episodio de "Beverly Hills, 90210" pasado por ácido, ¡y qué razón tiene! Eso sí, con el permiso de Araki, me permito añadir que "Nowhere" es como "Can't Hardly Wait", "Clueless", "Dazed and Confused" (¡que ya es decir, con lo fumeta -y más- que es!) y, ciertamente, "Totally Fucked Up" y "The Doom Generation" pasadas por ácido. Como cualquier película de adolescentes pasada por ácido, seamos claros. Todo está pasado por ácido y luce muy psicodélico y kitsch, lo cual me encanta de aquí al infinito, pero en el fondo "Nowhere" sigue la misma veta existencialista teen de las dos entregas previas de la trilogía, poniendo sobre la mesa, con brutal y aterradora honestidad, sendas problemáticas juveniles (y ni tanto) como la anorexia, la violencia sexual, la alienación, la depresión, los líos románticos, la drogadicción, el aburrimiento, el suicidio, el no future (tan no future que si fueses donde una gitana a ver qué te depara el porvenir, la bola de cristal sólo mostraría niebla y... nada), la apatía, la desesperación, el desamparo, la ira, el desenfreno..., rodeadas de esa incontenible paranoia conspiracional y de los alocados vicios de Los Angeles (el consumismo, las sectas y/o religiones, el culto a la apariencia y la fama/reputación, el individualismo), todo lo cual sume a sus chicos en esta espiral de autodestrucción. Si "Totally Fucked Up" era crudo realismo y "The Doom Generation" era exploitation, "Nowhere" es impresionismo cinematográfico en su máxima expresión (o posimpresionismo, la verdad es que las ramificaciones me causan mareos). Gregg Araki mantiene la actitud, mantiene la mirada, mantiene el sentimiento, pero refresca y revitaliza su discurso estético, maravillándonos con esta deliciosa vuelta de tuerca.
"Nowhere" es un alucinante, lisérgico, estimulante, alucinógeno, deslumbrante, adictivo, furioso y punk-rocker cañonazo de delirante y surrealista imaginación, un imparable viaje rebosante de memorables escenas y variopintos y atractivos personajes, y es que en éste aspecto Araki contó con un multitudinario y sexy abanico de actores interpretando con todo a sus llamativos roles: Ryan Phillippe y Heather Graham hacen de una pareja adicta al sexo violento y obsesionada con la muerte; Chiara Mastroianni hace de sensual y excitante dominatrix; Chirstina Applegate, la atractiva hija de Al Bundy (hermano de Ted Bundy... ¡broma!), hace de chica nerd cool y buena onda; Kathleen Robertson hace de deslenguada mujer de armas tomar; Nathan Bexton, que hace de las suyas en "Go", acá hace de las suyas de una manera algo más inocente; Shannen Doherty, que actuaba en "...90210", nos regala un divertido cameo antes de evaporarse; Rose McGowan y Denisse Richards, que no necesitan presentación alguna, hacen breves pero agradecidos actos de presencia... ¡y me quedo corto con la lista de rostros reconocibles!
Disfruten su sobredosis de "Nowhere", amigas y amigos.