Se trata de la ópera prima de Ángeles Cruz, quien escribe y dirige una pieza sencilla e íntima, pero sobre todo contundente.
En México hablar de temas como homosexualidad, violencia doméstica, misoginia, racismo, etcétera, pareciera ser cada vez más común, es importante resaltar estas problemáticas y lo normalizado que lo tenemos. Sin embargo, aún falta un largo camino por recorrer, y es que pareciera que incluso en las luchas sociales hay estratos donde es más tabú que en otros.
¿Qué sucede con la homosexualidad en grupos indígenas? ¿Cómo se viven las violencias en comunidades no urbanizadas? Dicen que lo que no se nombra no existe, y lo que no existe se margina. Ángeles Cruz, en su ópera prima "Nudo Mixteco" decide gritarlo sin ningún tipo de censura.
La historia comienza con María, una empleada doméstica que decide regresar a su pueblo, San Mateo, para enterrar a su recién fallecida madre. Ahí se enfrentará al rechazo de su padre y se reencontrará con Piedad, su amor de la juventud a quien propone escapar juntas. A la par, llega Esteban, un hombre que se fue a Estados Unidos para trabajar, pero a su regreso, se encuentra que su esposa, Chabela, está ya con otro hombre, así que convoca a una asamblea comunitaria para recibir justicia. Y por último, la historia de Toña, sobreviviente de abuso sexual que regresa a San Mateo para rescatar a su hija del mismo destino.
Cada historia nos muestra una faceta distinta de la sexualidad femenina en un contexto que podría parecernos distante, pero que existe. Poco a poco las historias se desarrollan de manera pausada, y en algunos momentos se encuentran unas con las otras de manera casual. Parecieran no tener un final, dejarlo todo al espectador, como un bordado que aún no se termina y nos tocara a nosotros imaginar el resto de la imagen, porque a fin de cuentas, así es la vida y las historias siguen y siguen. Sin embargo, nos permite imaginar futuros mejores.
La directora, que también es actriz y guionista, originaria de Villa Guadalupe Victoria, habla desde lo que conoce, desde trabajos pasados de la autora como "La Tiricia" o "Arcángel" vemos inquietudes como la migración, lo rural, las tradiciones indígenas y sobre todo, la idea de comunidad, siendo este un tema que se hace muy presente durante la historia, no sólo dentro de la ficción que se nos cuenta, sino detrás de ella, pues la película fue grabada en el pueblo y con su gente.
La elección del título tampoco es casualidad, dentro de sí hay juego de palabras; por un lado, "Nudo Mixteco", geográficamente hablando, es el nombre que se le da a la conjunción de la Sierra Madre del Sur y la Sierra de Oaxaca, donde se asientan los pueblos mixtecos; pero por otro, también sugiere un entramado de historias que ese territorio ha visto ir y venir, personas cuyas vidas se cruzan muchas veces sin notarlo.
"Nudo Mixteco" es una obra que, por lo demás, tiene una fotografía impecable que raya en lo documental, un montaje que nos mantiene a la expectativa durante la hora y media que dura, y un guion con el que Ángeles Cruz narra una pieza sensible e íntima, pero sobre todo contundente. Urge escuchar otras voces, reconocer otros espacios y repensar nuestras narrativas.
Texto: Abraham Mercado.