No es la primera vez que os lo hemos contado cuando hablamos de cómo somos en Impresum y los objetivos que perseguimos como empresa desde hace más de 25 años. Estamos bastante empeñados en que nuestra imprenta genere impacto positivo en todo lo que hace.
Y estamos bastante convencidos de que, como a muchos de vosotras y vosotros, os preocupa la crisis energética y medioambiental que estamos viviendo —y ya padeciendo directamente—. Así que esto nos reafirma constantemente en nuestra filosofía siempre alineada en la protección del medioambiente y en la optimización del consumo de energía en todos los ámbitos a los que nos sea posible alcanzar.
Precisamente por ello apostamos por proyectos impresos que siguen un desarrollo ecológico en todo su proceso productivo: desde el uso de materias primas certificadas FSC o 100 % reciclados a las planchas sin procesado químico contaminante, pasando por la aplicación de tintas de base vegetal en impresión offset
Como consecuencia lógica de todo esto queríamos completar nuestro proceso de producción consiguiendo reducir, en la medida de lo posible, el consumo energético externo.
A esto hay que sumar que, por desgracia, luego llegaron una serie de acontecimientos —crisis energética, conflicto en Ucrania…— que nos dieron la razón en la decisión tomada.
Apuesta doble: financiación y energías alternativas
La consecución de todo esto que te estamos contando trajo consigo otra apuesta. Decidimos conseguir la financiación necesaria a través de una fórmula alternativa a la tradicional a través de una financiación colectiva alejada de las entidades bancarias. Así que para llevar adelante la instalación de captación de energía solar pusimos en marcha una campaña en la plataforma Ecrowd! con la que, además de apoyarnos, los participantes recuperarán su aportación con intereses. Es decir, ganan las personas, no los bancos.
En pocos días conseguimos la financiación que necesitábamos y en verano de 2021 pusimos en marcha la instalación fotovoltaica para autoconsumo que situamos en el tejado de nuestra imprenta.
Un total de 150 metros cuadrados de placas solares que nos aportan 10 kw de energía eléctrica. Lo que viene a suponer que alrededor de un 30% de la energía que consumimos proviene de fuentes limpias.
Y además de proveernos de energía, la que no usamos se devuelve a la red a nuestro proveedor Som Energia, una cooperativa de consumo de energía verde sin ánimo de lucro.
Cambios de hábitos
Todo este proceso y su monitorización nos ha ayudado a detectar y aprovechar esta fuente de energía solar y ser más eficientes en el uso de la misma.
Por poneros un ejemplo, cuando tenemos más carga de trabajo tratamos de hacerlo con las horas más productivas del sol (de 8 a 17h), lo que ha implicado que hagamos un cambio de procesos en el uso de las máquinas.
De hecho, cuando la máquina que más consume en nuestra empresa —nuestra querida offset Heidelberg de cuatro cuerpos— no está funcionando, prácticamente toda nuestra energía es de autoconsumo y proviene de las placas.
Lo que más nos gusta de todo esto es que en nuestro tejado hay sitio para más. Así que vamos a por el 50% de autoconsumo y os lo contaremos de nuevo. 😉