En el verano de 2011, con Laura, hicimos nuestro primer viaje al exterior de Argentina. El destino elegido fué Balneario Camboriú, en el sur de Brasil, un lugar turístico donde suelen vacacionar muchos argentinos. Nosotros nos subimos a un colectivo en Chivilcoy y luego de casi 31 horas llegamos a Balneario Camboriú. Teníamos un gran objetivo para este viaje: ir a la playa nudista de Praia do Pinho.
Nos alojamos en un hotel 4 estrellas con todos los servicios incluidos (en esa época viajábamos muy diferente a lo que lo hacemos ahora). Lo primero que hicimos al llegar fue ir a dar un paseo de reconocimiento de la ciudad. Marcar en nuestras mentes puntos de interés para luego quizás volver si llegábamos con el tiempo. Cambiamos pesos argentinos por reales en una casa de cambio en el Shopping y me hice acreedor de una hermosa sunga azul que actualmente poseo y uso en las visitas a las playas. También como buenos turistas principiantes, el primer almuerzo lo hicimos en una parrilla Argentina que estaba sobre la peatonal. No teníamos roce!
Durante nuestra estadía de 7 días y 10 noches visitamos las hermosas playas de L arangeira, Bombas, Bombinhas, Porto Belo, Bahia de los Cabezones, y por supuesto, la misma playa del Balneario Camboriu, aunque no nos gustó tanto como las otras. Pero el plato principal y por lo que habíamos ido estaba por llegar.
Como teníamos todos los días ocupados con excursiones, hablamos con el guía y le dijimos que uno de esos días no iríamos a hacer las excursiones porque teníamos otros planes. El motivo era nuestra primer experiencia nudista (la segunda la vivimos en Cairns, Australia en el 2014). Averiguamos en la recepción de hotel como llegar a Praia do Pinho, la playa nudista en Balneario Camboriu y nos indicaron que autobús tomar y en donde. Así fue que salimos con muchas ganas hacia esta nueva experiencia en nuestras vidas.
Decir que el autobús iba a 200 kilometros por hora, en un camino entre los morros y un precipicio es restar importancia al relato. Cuando llegamos a Praia do Pinho, después de agradecer seguir vivos, tuvimos que caminar unos 10 minutos bajando desde la ruta para poder encontrarla. Nos fuimos acercando de a poco, tímidos y temerosos hacia la playa. Estábamos cada vez mas cerca, ya que podíamos divisar a las personas que estaban en la playa. Una vez que llegamos a la arena, se nos acercó un mozo y nos ofreció una mesa con sillas y una sombrilla en el sector familiar que era hacia la derecha, ya que yendo hacía la izquierda era el sector para los solteros, donde pudimos ver 145 hombres y tan sólo 2 mujeres con cara de preocupadas y perdidas.
El mozo nos trajo la mesa y nos dejó el menú por si queríamos tomar o comer algo. Nos explicó las reglas básicas de la playa. No sacar fotos, filmar o molestar a los demás. Yo esperaba un poco mas, algo así como que si tenía una erección debía ir corriendo, como podía, a meterme al mar y esperar que el frío del agua haga lo suyo en mi masculinidad
Y ahí estábamos los dos, parados en el medio de la playa nudista de Balneario Camboriu, dubitativos y pensativos. Las únicas dos personas con ropa, por lo que nos llevábamos todas las miradas de los demás nudistas. En un momento la miro a Laura y con los ojos le digo: " Amor, tenemos que quitarnos la ropa. Somos la atracción de toda la playa". A lo que ella me responde parpadeando dos veces: " Estoy de acuerdo con vos. A la cuenta de tres, ropa al piso ".
De esta manera en 6 o 7 segundos estábamos correteando como dos críos, en " pelotas" hacia el mar. La felicidad en nuestros rostros nos delataba, pero la libertad que sentiamos en ese momento pudo más. Las demás personas que estaban en la playa, después de que nos quitaramos la ropa, dejaron de mirarnos. Nosotros, por nuestra parte, disfrutamos de una hermosa tarde desnudos en la playa de Praia do Pinho. Jugamos y nadamos, " en bolas " en el mar, hicimos varias caminatas por la playa desnudos, nos alejamos de la gente para sacar fotos de los paisajes y almorzamos en la arena, desnudos, libres y felices.
Nuestra primera experiencia nudista la recordaremos por siempre. Eramos jóvenes, inexpertos, vergonzosos. Esa tarde noche volvimos contentos al Hotel con la promesa de repetir esta experiencia cuantas veces podamos en el futuro.
Nos leemos...
Y vos, ¿tuviste alguna experiencia nudista? Nos encantaría que nos cuentes como fue y que enseñanzas te dejó...
The following two tabs change content below.