Revista En Femenino

Nuestra segunda Operación Pañal

Por Mamás_besos @mama_besos
Nuestra segunda Operación Pañal

Como bimadre os puedo asegurar que sí, que dos hermanos pueden ser la noche y el día. Y la operación adiós al pañal ha vuelto a demostrarlo. Mientras que con el Mayor el éxito de la operación pañal llegó en menos que canta un gallo, con el Peque es otra historia…

Como ya os conté con el Mayor en Adiós al pañal 1 y Adiós al pañal 2, una manera de comprobar si tu hij@ está preparado para despedirse del pañal es ver si controla la micción. Ello es simple, si le dices que haga pipi, lo hace. Y otra manera de predecir si será más o menos difícil el proceso es el hecho de si a tu hij@ le molesta o no ir mead@ o cagad@.

El Peque hacía ya bastante tiempo, des del pasado verano, que controlaba su esfínter, pero, nunca le ha molestado ir con el pañal a rebosar de líquido o de “sólido”, por lo que predecimos que la cosa no sería tan fácil como con el Mayor, el cual odiaba ir meado y ya ni os cuento cagado (¡ni se movía!). Así que teniendo presente que en septiembre el Peque ya empezará P3 (con tan sólo 2 años), que no le molesta ni la caca ni el pipi y que odia que le cambien el pañal, esta Semana Santa decidimos dar el paso para tener bastante margen antes de septiembre.

Iniciamos la operación pañal como con el Mayor, haciendo pipi de pie en el lavabo con la ayuda de una alza, e intentábamos que hiciera caca con un reductor (el orinal pequeño no lo quería, él es alto y grande y ese tipo de orinal muy bajitos y se sentía incómodo).

A más de 1 mes de iniciar la operación, se podía contar con los dedos de una mano las veces que había pedido él ir al lavabo. Si le decías de ir a hacer pipi, lo llevabas y lo hacía, eso sí, la mayoría de veces a regañadientes y cabreado, por lo que tenías que inventarte mil historias para que fuese. Pero si no le dicías nada, pues se lo hacía encima. Sobre las cacas, más de lo mismo y peor, pues conseguimos sólo una vez que la hiciera en el wáter, era como si la tapa del wáter tuviera pinchos, ¡no conseguías mantenerlo sentado ni dos segundos!.

Pero si hoy os escribo este post es porque quiero compartir con vosotr@s el “descubrimiento” que he tenido con esta operación pañal. Viendo que la operación no avanzaba, empecé a buscar alternativas en internet. L@s que estáis con la operación pañal, habréis comprobado que a los niñ@s no les gusta mucho usar directamente el wáter de adulto, pues ven un agujero muy grande y piensan que se pueden caer. Muchas veces los orinales simples de toda la vida, tampoco les gusta, porque son incómodos y bajitos. Pues bien, por internet encontré este orinal:

Nuestra segunda Operación Pañal

Está genial, por su diseño, parecido casi por completo a un lavabo de adulto, por lo fácil que es limpiarlo y porque incorpora una palanca para “tirar de la cadena” que hace el mismo ruido como si saliera el agua. Además para los niños también incluye un antisalpicaduras. Fue comprarlo, instalarlo y el Peque se sentó solito e hizo sus necesidades (mayores y menores). ¡Me quedé de piedra! Me decía “aquí no caigo” y la palanca que hace ruido del agua es un gran reclamo para que use este orinal. Así que os lo recomiendo totalmente. Es de su tamaño, por lo que le da autonomía y así se va acostumbrando a cómo serán los waters del colegio, muy parecidos.

Por internet vi otros orinales, más caros, y con musiquitas, dibujitos y mil filigranas, pero me decanté por este por el hecho de parecer un wáter real, lo que después facilitará que use los del colegio y más tarde el de adulto, y porque no creo en la táctica de acostumbrarle a darle premios (musiquitas, chuches y demás) para conseguir que logre determinados avances en su educación y evolución. Si queréis más información sobre este orinal sólo tenéis que pedírmela. Os diré también que su precio es más que asequible.

Ahora estamos en ese punto en el que es más fácil convencerle de ir al orinal, se lo ha hecho suyo y se siente cómodo en él. Eso sí, todavía no pide el pipi ni la caca, lo cual esperamos conseguirlo durante el verano. También sigue costándole hacer la caca en el orinal, pero al menos se sienta durante ratos a intentarlo. No tiramos la toalla y cuando llegue el calor, lo pondremos con todo al “aire” para ver si así le acabamos de convencer.

Y vosotr@s, ¿estáis también en plena operación pañal? Compartid con nosotr@s vuestra experiencia J


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