El kirchnerismo terminó de robarle la agenda a la oposición, iniciando una transición derechista y pejotista, ante la pasividad obsecuente de su ala progresista. De esa casta política que administra los negocios de los capitalistas, nada tenemos que esperar las mujeres. Necesitamos poner en pie un movimiento de lucha, de miles de mujeres en las calles y construir nuestra alternativa política: una izquierda de la clase trabajadora, que levante y defienda el programa del Frente de Izquierda y luche por un gobierno de las trabajadoras y trabajadores. Seguir leyendo aquí.