Las vacaciones han sido super tranquilas, no os voy a contar que me he recorrido el mundo entero, porque en realidad nos hemos ido a la sierra de Madrid, a casa de mis suegros, pero ¡OJO! sin ellos. La verdad es que tuvimos una dificultad añadida y es que al llegar a la casa, la habitación de Lola, tenía un avispero. Todo por culpa de mi cuñado que había dejado el año anterior una rendija de la venta abierta. Así que la situación era un avispero en una esquina de la ventana por fuera, pero las avispas se metían. Y decidimos desde el primer momento que Lola ahí no iba a dormir, así que cogimos una de las camas de esa habitación y la juntamos a la nuestra. Durante las tres semanas de las vacaciones, las avispas han entrado y salido, y los conserjes y Kaco han estado echando insecticida, pero todo ha fracasado, hasta dos días antes de volvernos que vino un fumigador y aún así alguna avispa ha quedado.
No hemos hecho nada fuera de la normal en estos días, simplemente estar juntos y descansar. Nos levantábamos, y bajábamos a la piscina y luego a casa a comer y luego siesta, merienda y vuelta a la piscina, y luego chiringuito y a casa a cenar y dormir.
Pero han pasado cosas pequeñas, de las que me he reído mucho, nos hemos dado muchos abrazos y Lola ha estado muy muy contenta. Y que queréis que os diga, que me quedo con eso, con su alegría. Verla contenta y feliz es lo más importante de estas vacaciones.
Por contar algo más, voy poniendo algunas fotillos para que veáis de manera más gráfica algunos momentos:
- Como podéis comprobar así quedó la habitación con la cama de matrimonio y la individual por el tema de las avispas. Era el cuarto para dormir y contar cuentos.
- Lola ha aprendido a echar crema, os puedo contar y me río solo de pensarlo, que como su padre tiene poco pelo, ella le echaba crema en esa parte de la cabeza para protegerle. No tengo foto de ello, pero desde luego ella tenía claro que había que proteger a su padre. Echar la crema era un ritual largo y entretenido.
- Os quería enseñar que para ir a la piscina necesitábamos casi un camión, las tres toallas, la ropa de cambio de Lola, los cacharritos, cremas, artilugios varios, el churro, el flotador y manguitos y a veces el carrito del bebé.
- Celebramos el cumple del papi por todo lo alto, pusimos globos y compramos una super tarta, que tuvimos que congelar, porque era gigante. Lola sopló las velas de su padre varias veces y estaba encantada.
- Jugamos a las cosas más sencillas pero más divertidas, las pompas de jabón, con las que pasamos ratos, cuando ya hacía fresco al atardecer.
- Incluso fuimos a una fiesta de disfraces, donde Lola fue vestida de hada, con zapatos de tacón de escándalo. Lola se lo pasó genial, bailó hasta la extenuación, y cuando la fiesta acabó ella quería más y más.
En estas semanas, he visto reír a Lola, jugar con otras dos niñas y decir que nos quería mucho. Lo hemos pasado muy bien.
Yo he aprovechado el tiempo, leyendo tres libros, que hacía mucho que no leía. He hablado mucho con mi marido, hemos conocido a una familia muy maja y hemos compartido ratos de risas con ellos. Así que mi puntuación de estas vacaciones es la de un 10.
¿Qué habéis hecho vosotros?