Nuestro carácter según el orden de nacimiento

La posición que ocupamos en la secuencia de hermanos y hermanas cuando somos niños, tiene consecuencias importantes en nuestra vida adulta en la medida en que influyen en su forma de comportarse en sociedad.La socialización es algo que se aprende muy temprano. Así, nuestras primeras relaciones sociales las establecemos con nuestros padres, y posteriormente con nuestros hermanos. Todos sabemos por experiencia que cada uno es tratado de modo diferente dentro de la familia según sea el hermano mayor, el pequeño o el del medio; según seamos niño o niña. Que nuestros padres no nos tratan a todos por igual y que nuestros propios hermanos también, de alguna manera, respetan una jerarquía. A su vez, nuestros padres también nos tratarán de diferente manera en función del lugar que ellos mismos hubieran ocupado con relación a sus propios hermanos, es decir, si ellos mismos fueron los mayores, los pequeños o los del medio; la única chica entre chicos, el único chico entre chicas… Y todo esto marcará nuestro carácter. Incluso nos marcará a la hora de elegir a nuestros amigos o a nuestra pareja, o influirá en el trabajo en nuestra forma de comportarnos como jefes o empleados. ¿Por qué? Pues sencillamente: porque estamos acostumbrados a que nos traten de determinada manera, a que se esperen de nosotros determinadas cosas, y nos sentiremos más cómodos desempeñando determinados roles sociales. Así, por ejemplo, una mujer que haya tenido un hermano mayor, es probable que se encuentre más cómoda con un hombre protector y atento que probablemente, a su vez, haya sido también el mayor de los hermanos. O puede ocurrir justo lo contrario: que esa mujer buscando independencia, rehúya este tipo de hombre, aunque probablemente su relación con él resultará más complicada.De la misma manera, un hombre que haya sido el mayor de los hermanos, probablemente mantendrá una pugna por la autoridad con su esposa si ésta, a su vez, fue también una hermana mayor, si bien es cierto que ambos compartirán un mismo estilo educativo basado en la disciplina.

Algo parecido ocurrirá en el trabajo: si nuestro jefe fue un hermano mayor, probablemente sea más exigente o paternal con sus empleados y le costará más delegar, cosa que no nos importará especialmente si nosotros, sus empleados,  hemos crecido siendo los pequeños de la casa.

"Los del medio"Los hijos que ocupan una posición intermedia en el grupo de hermanos son los que habitualmente se llevan la peor parte porque ni son el mayor, el primero y del que se siente más orgullo, ni tampoco el pequeño, el consentido.

Los hijos del medio nunca tienen la sensación de tener a sus padres para ellos solos. Siempre han de competir por algo: son demasiado mayores para recibir mimos y demasiado pequeños para decidir por sí mismos.
Por ello se sienten menos motivados para hacer cosas y suelen rendir menos en los estudios. Pasan más desapercibidos por sus logros y también son más introvertidos y tímidos.Es el caso, por ejemplo, de Grace Kelly.Hija de un ambicioso hombre de negocios que inculcó a sus hijos la cultura del hombre hecho a sí mismo que siempre ha de llegar a lo más alto, nunca se sintió a la altura de su hermana mayor, que era la primera hija del matrimonio, ni de su hermano, el único varón. 

Tampoco gozó del privilegio de ser la pequeña, de manera que, por increíble que parezca, creció sintiéndose el “patito feo” de la familia, llena de inseguridades y obsesionada con alcanzar una posición acorde con los deseos de sus padres.

Grace Kelly  imágenes: www.adarvephotocollage.com, retoque fotográfico Imagen publicada en:http://www.adarvephotocollage.com/search/label/Grace%20Kelly