“Nuestro destino en este viaje musical es la libertad, sin miedo a nada”, entrevista a Mucho

Mucho. Fotografía de www.somosmucho.com

Oriundos de Toledo, Mucho regresan a los escenarios para presentarnos su gira de “El Apocalipsis según Mucho”, segundo disco del grupo con parada incluida este 16 de febrero en la sala Black Pearl de Valladolid.
Martí Perarnau (voz y guitarra), Miguel de Lucas (bajo), Carlos Pinto (batería) y Víctor Cabezuelo (Piano y guitarra), forman parte de Mucho, agrupación nacida tras la disolución de lo que en su día fueron The Sunday Drivers. Iniciados en 2011 y con el pop cósmico por bandera, ellos ya han conseguido hacerse un hueco en el panorama alternativo nacional, llegando incluso a repetir cita para este año en uno de los festivales más importantes de nuestro país, el Sonorama Ribera en Aranda de Duero, (Burgos). Les entrevistamos antes de su llegada a Valladolid.

“El Apocalipsis según Mucho” es el título elegido para este último disco, ¿hubiese sido diferente sin la famosa predicción maya?

Que el nombre haya coincidido con el apocalipsis de los Mayas ha dado al nombre del disco ese doble significado, y nos ha hecho gracia, pero el nombre hubiese sido el mismo sin profecía. Para nosotros el apocalipsis significa otra cosa, es el nuestro propio. El apocalipsis ha sido nuestra penitencia por volver nuevos y renovados, por conseguir e nuestro disco un punto de vista completamente diferente. El apocalipsis significa nuestra manera de hacer las cosas.

Una manera de hacer las cosas dentro de un panorama económico nada positivo, ¿inspiración en los mejores momentos?

De este panorama económico y político no puede escapar nadie, no, y es algo que se filtra en nuestras letras. No significa que nuestras letras sean políticas, para nosotros la política ha muerto y ha desaparecido. El panorama económico afecta, pero afecta en la actitud, que nos ayuda a querer luchar y a seguir adelante, y eso nos ayuda a componer. Tienes algo de lo que hablar y vas a por ello, intentas ser tú mismo, ser tú mismo sin miedo.

¿Podéis decir, como afirmasteis con vuestro primer disco, que Mucho escribe la música que quiere?

Sí, totalmente. El primer disco fue el comienzo, un contacto con el idioma, buscábamos más sencillez, las canciones de tres acordes. Ahora el motor es otro, queremos hacer canciones más complejas, pero siempre como queremos, y como hemos querido.

¿Habéis encontrado quizás ya la senda del pop cósmico que anunciabais en vuestro primer disco?

Sí, este disco es nuestra versión personal del pop cósmico, tiene bastante de psicodelia… En realidad es más bien rock cósmico que pop cósmico, pero realmente el género importa, los prestamos mucha atención. Por ejemplo, hay quien dice que nosotros hacemos indie, pero no nos inspira demasiada confianza el significado del indie. Nosotros hacemos pop cósmico, el resto puede decir que hacemos el género que consideren.

¿No os sentís identificados con la etiqueta indie?

Es una respuesta difícil, todo depende de lo que consideremos por indie. Somos indie si eso significa que dependemos de nosotros mismos y no tenemos un duro, pero si el significado tiene que ver con un estilo musical, es más complicado.
Más bien con lo que no nos sentimos identificados es con la canción pop española. Por supuesto que hay muchos grupos considerados indies en la actualidad que nos gustan, Joan Colomo, Sidonie, Lori Meyers…son grupos de nuestra generación que respetamos y admiramos. Pero nunca hemos escuchado una canción de La Movida, nuestros referentes siempre han estado en el extranjero, la música de allí tiene una producción diferente,radical, sin miedo a nada, una forma de hacer que se asemeja más a nuestros planteamientos.

En ese nuevo disco asumís riesgos, ¿cómo han afectado al proceso compositivo o de producción?

Han afectado en realidad a todos los procesos, incluido el resultado final, que es el disco. Es algo nuevo, una forma nueva de hacerlo que afecta hasta al última consecuencia. Hemos hecho canciones más complejas armónicamente. Al dejar más espacio, podíamos dar más importancia a otros instrumentos y a los arreglos. Las letras de las canciones inspiran también más confianza, derivado de que con la música del piano sintético la voz se siente más arropada, y eso se nota. El dejar ese espacio también nos ha permitido jugar más con la producción, con los detalles.
Hemos tenido en mente la música de los setenta. En esos años se daba importancia al espacio,al silencio en las canciones. Los noventa han hecho mucho daño en ese sentido, parece que es imprescinbible utilizar veinte guitarras, realizar un cocido musical…nosotros preferimos la década de los setenta, dejar más espacio, y dar más luz.

¿Cómo consideráis que ha sido el resultado final?

Muy satisfactorio. La grabación ha sido muy fácil, llevábamos todo muy analizado y ya le habíamos dado muchas vueltas, y entramos con muy buenas vibraciones en el estudio…y salimos muy contentos. Además, hemos contado con la producción de Santos, que ha hecho una filosofía conceptual a la hora de mezclar muy interesante.

Habéis afirmado que cada canción es un un “viaje musical”, ¿a dónde queréis que nos lleven, a algún lugar concreto?

Donde quiera ir cada uno, no hay un destino concreto. Con lo de viaje musical más bien nos referíamos a que las canciones de nuestro disco empiezan de una manera pero acaban de otra. Es algo que no suele ocurrir en la canción pop, donde se repiten siempre las mismas estructuras. Nuestro destino en este viaje musical es la libertad, sin miedo a nada. Es empezar en un lugar y terminar en otro completamente diferente, así han sido nuestras canciones.

Portada de “El Apocalipsis según Mucho”

“Más feliz sin televisión” inaugura este “viaje musical o apocalipsis, pero ¿a qué tipo de televisión os estáis refiriendo?

A la televisión en general. Hoy en día vivimos una especie de terrorismo mediático, una realidad que se representa mediante la manipulación en televisión. Nos quieren meter miedo, miedo de cosas de las que no conocíamos su existencia, y aparecen en televisión sin saber por qué, ni por qué tenemos que tenerlas miedo.

¿Habéis escrito un disco pesimista, de protesta?

No es un disco pesimista, musicalmente es un disco lleno de luz, aunque quizás las letras sí contrasten un poco y sean más oscuras, pero al final nosotros hemos querido transmitir un mensaje positivo: creemos que hay que luchar, que no hay que caer en el miedo.
En el vinilo, por ejemplo, las canciones no están ordenadas como en el CD, están colocadas de manera conceptual:en la cara A es la destrucción, y en la B el resurgimiento, y esa es la idea que seguíamos.

¿Cuál esperáis que sea la reacción del público ante el disco?

El primer contacto que hemos tenido con el público ha sido el de los conciertos de radio 3, con lo cual es una reacción extraña. Valladolid va a ser nuestra tercer concierto de presentación, después de Madrid y Toledo.
Esperamos mucho de la reacción del público, tenemos buenos sentimientos, y eso se nota cuando subes al escenario, sólo nos queda coger el ritmo de la carretera. Será una guira divertida, porque el disco tiene canciones divertidas de tocar.

¿Qué canciones de “El Apocalipsis según Mucho” pueden sorprender en directo?

Sustancia Fundamental y Sal de la Tierra son dos canciones que pueden dar mucho juego en directo.

Por último, ¿qué puede esperar el público de Valladolid que vaya a veros?

Es la primera vez que vamos a Valladolid, en nuestro segundo disco, así que es una buena oportunidad. “El Apocalipsis según Mucho” será un directo potente, un directo con mucha luz, será un caos sónico. En este disco hay pop cósmico, e intentaremos ejecutarlo bien.

Gracias, nos vemos en el concierto
Gracias a vosotros, y a ver si vibramos todos juntos el sábado.

Dafne Calvo

Por afecto o por defecto, pero me encanta el periodismo. Sueño con un mundo dibujado sobre viñetas, donde esté prohibido comer palomitas en el cine.

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