Salmos 42:5
Desde el momento de la concepción del ser humano se va formando su personalidad y su carácter como producto de todos los factores que inciden en el proceso del desarrollo como individuo; produciendo impactos en las áreas emocionales, fisiológicas, y otras áreas más; que influyen en los hábitos de vida. Estas condiciones hacen que nuestro estado de ánimo fluctúe trayendo a nuestra vida desesperanza.
Pero hoy tenemos la certeza de que Cristo vive y Él es nuestra esperanza de gloria; quien sana nuestro corazón y da firmeza a nuestra alma; y nos sacia con su Espíritu.Veamos lo que nuestro Eterno Dios nos dice en Santiago 1:5-8
"Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará; pues Dios da a todos sin limitación y sin hacer reproche alguno. Pero tiene que pedir con fe, sin dudar nada; porque el que duda es como una ola del mar, que el viento lleva de un lado a otro. Quien es así, no crea que va a recibir nada del Señor,
porque hoy piensa una cosa y mañana otra, y no es constante en su conducta". (el subrayado es mío).
Es claro, que debemos pedir sabiduría cada día para sobrellevar nuestro estado de ánimo de toda angustia y preocupación y no rendirnos al desaliento, es por eso que nuestro Dios nos exhorta a no dudar, pues la Palabra de Dios nos dice que aquel que duda no recibirá nada del Señor por nuestra inconstancia.
¿A quién tengo en el cielo? ¡Solo a ti! Estando contigo nada quiero en la tierra. Todo mi ser se consume, pero Dios es mi herencia eterna y el que sostiene mi corazón.
Salmos 73:25-26
Bendiciones!!!