Este fin de semana hemos lanzado nuestro globo para el recuerdo de todos aquellos bebés que no han llegado a nacer o que murieron al poco de hacerlo, sumándonos a la iniciativa de UmaManita.
Precisamente esta semana, Alejandro me preguntaba que por qué el bebé (de 20 semanas) de una mamá que conocemos se había muerto en su barriguita. En ese momento me quedé parada, y pensé: "Las primeras referencias a la muerte en mi hijo, ya están aquí". E intenté ser lo más natural posible, sin intentar inventar historias ni enmascar la realidad. Le pregunté cómo se sentía, y me dijo que sentía pena porque ese bebé no fuese a vivir fuera de la barriga con nosotros. Intenté validar su sentimiento y se durmió tranquilamente.
Ayer, recordé la iniciativa de UmaManita y le planteé si quería que soltásemos un globo por ese bebé, para que sepa que nos acordamos de él. Ilusionado, en las fotos tenéis su decisión. Hemos querido recordar a esos bebés que no están en compañía física de sus padres, que se marcharon pronto, a los que probablemente los protocolos impidieron un adiós cercano, a los que lucharon pero finalmente se fueron. Y también a sus padres, a los que quizás no les dejaron despedirse, a los que quizás les aconsejaron no ver a su bebé y ahora lo desearían, a los que han debido sufrir tanto.
No puedo imaginar qué duelo tan intenso, cuántos sentimientos que deben atravesar el alma, cuánto dolor por perder a un ser tan especial. Porque tenga pocas semanas de gestación, se esté a mitad del embarazo, acabe de nacer, o tenga pocas horas de vida... es un BEBÉ al que le estaba esperando una familia y sobre todo una madre de la que ha formado parte, un ser como cualquiera de nosotros que atravesó la línea de la vida y la muerte muy fugazmente.Es duro el tema. Puede que el tema de la muerte en general sea de los temas tabús, pero en bebés no nacidos o que nos dejan al poco tiempo de nacer, aún creo que lo es más.
En dos ocasiones,´cuando estuvimos en la UCI con Iver, los médicos nos dijeron que no nos podían asegurar que siguiese adelante, que la situación era complicada. Es lo más cercana que he podido estar a los padres que han perdido a un bebé, y os puedo asegurar (salvando las distancias), que ante esa situación no hay un dolor interno más potente, no hay consuelo, no hay sostén para tanta amargura... Y en ese momento, cuando la gente se entera o te pregunta por la situación, muchas veces prefieren no seguir escuchando pues no son capaces de soportar el pensar en ello, el pensar en un posible desenlace donde la muerte esté presente.
Sinceramente, no sé dónde estarán todos esos bebés, cada uno con sus creencias pondrá nombre a esto. Sólo sé que se merecen nuestro recuerdo como cualquier otro ser y que su energía, en algún lugar estará. Gracias a UmaManita por realizar ese encuentro en Madrid, nosotros os acompañamos desde aquí. Por ellos, por los que no llegaron a nacer, por los que estuvieron poco tiempo con nosotros, por todos: ¡GLOBOS EN SU RECUERDO y MUCHA LUZ!