Revista Opinión

NUESTRO JESÚS GIL Y GIL. Hoy, hace 20 años. 18 de abril de 2002

Publicado el 18 abril 2022 por Cronicasbarbaras

Jesús Gil ha vuelto a alimentar a la prensa al ingresar en la cárcel esta semana, como ya tiene por costumbre desde 1969, cuando se desplomó un edificio construido por él que mató a 59 personas.

Inmerso en una decena de casos judiciales por estafa, delitos urbanísticos, alzamiento de bienes y prevaricación, millones de personas creen que este hombre grande, campechano, espontáneo y aparentemente entrañable, es víctima de las injusticias que caracterizan a la justicia española.

Ciertamente, sus defensores han construido esta imagen gracias a los medios de comunicación, que para ganar audiencia han explotado su caricatura populista, su manera de mandar en Marbella o en el simpático Pupas que es Atlético de Madrid, o los sesudos diálogos que mantiene con su caballo Imperioso.

Hasta los partidos políticos rivales lo apoyan: alcalde de Marbella desde 1991, ha sido inhabilitado, pero su grupo, el GIL, continúa gobernando la ciudad con la aprobación del PP y del PSOE.

La campechanía de Gil es algo que agradece la prensa. Cuando hay que rellenar papel o tiempo de radio o TV, se acude a él porque es sumamente socorrido. Se ordena “¡Una entrevista con Gil!”, y él siempre abre sus puertas a los periodistas para decir cosas chocantes y demagógicas que coinciden con los bajos instintos que todos ocultamos.

Jesús Gil y la prensa son simbióticos y mutuamente parásitos: él ha creado su imagen explotando a la prensa, y la prensa lo explota a él.


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