Como madre primeriza que soy, funciono a base de prueba y error. Aunque sepa cómo criar a un hijo de forma general, hay veces que no sé que es lo que quiere Bichito cuando lloriquea o se queja teniendo el pañal limpio, estando recién comido, sin eructos y, aparentemente, sin ganas de dormir.
He tenido la suerte de tener a maridín conmigo durante 6 semanas y sin darnos cuenta, hemos aplicado el “Método Padre”, un método que ahora que estoy sola todo el día no me beneficia en nada.
Debido a la lactancia a demanda que comencé a practicar con Bichito, la mayor parte del tiempo estaba en mis brazos, por lo que cuando descubrimos que un bebé no solo se dormía a la teta, era maridín quien, con un baile muy peculiar, se encargaba de dormirle.
Resultaba fascinante la velocidad con la que Bichito se dormía con él, así que lo convertimos en una rutina. Cuando yo era incapaz de dormirle, maridín lo cogía y ¡zas! caía casi inconsciente.
El Método Padre consiste básicamente en eso, en que el bebé se acostumbre a dormirse en los brazos de papá, que sea papá el que lo consuela, sin oler las tetas de mamá sabiendo que ahí hay comida.
Y es que conmigo ha llegado a estar una hora luchando por no dormirse. Ha sido cogerlo su padre y caer fulminado.
Mucha gente aplica este método para que la madre se libere un poco, e incluso para comenzar el destete nocturno. También es una opción para que padre e hijo tengan su momento. Sea lo que sea, nosotros lo tenemos aplicado desde hace semanas y ahora que estoy sola durante el día, me fastidia.
Me fastidia porque Bichito ya no se duerme a la teta como al principio, y conmigo lucha por no dormir. Si no quiere teta, tiene el pañal limpio, no tiene eructos, no quiere estar en su mantita de juegos, ni en la minicuna, ni en la hamaca, ni en el fular, ni simplemente en brazos… ¿qué hago yo con el niño?
Tengo que confesar que me pone celosa. Vale, sí, es egoísta por mi parte porque es lo único con lo que su padre tiene exclusividad, pero me pone celosa ver que Bichito se calma con él y no conmigo. Sé que yo huelo a comida y no me importa, pero me encantaría que se consolase conmigo como lo hace con él.
Supongo que llegará el día en que quiera dormir conmigo e incluso sea él quien lo pida, pero mientras tanto, aunque por un lado deseo que venga su padre a dormirlo cuando está que no se aguanta ni él, por otro lado me fastidia que así sea. Vamos, que ni como ni dejo comer, ¡JA!
Ahora mismo está durmiendo y por eso puedo estar publicando esto, pero se ha dormido porque es su rutina de cada mañana. Se despierta, cambio de pañal, un ratito de “gu gu, ga ga” desde la minicuna y cuando se empieza a quejar, teta y KO. Cuando se despierte en un rato, llegará el caos, porque cada día es un día distinto.
Y vosotros, ¿conocíais el Método Padre? ¿Lo habéis aplicado sin saberlo como nosotros o ha estado totalmente planeado?