Durante muchos años he estado ayudando a centenares de personas a mejorar en sus miedos, ansiedad. A estimular sus emociones positivas y su autoestima desde una psicología cognitivo conductual,la psicología positiva y otras tantas herramientas.
Desde la humildad pero desde el convencimiento del trabajo bien hecho estoy muy contento de haber podido ayudar a cambiar vidas.
Pero había algo de " lo que no se había de hablar " desde esa psicología. El profesional de la psicología es objetivo. No habla casi nada de él.
Durante ese tiempo yo trataba de afrontar mis miedos y ansiedad 😉 De mejorar. De sanarme.
Por suerte, hoy día disponemos de una psicología integradora. Más amplia. Más holística. Esta psicología nos dice que:
- Eres capaz de cambiar tu pasado y de crear tu futuro
- El pasado es superable y puedes aprender de él (sabiduría)
- El futuro está lleno de infinitas posibilidades.
- Nada de lo que sucedió va a influirte a menos que lo permitas.
- Para que sea así, debes de trabajar en los procesos inconscientes que te limitan.
Recuerda lo que te decía arriba. Tras diez años recibiendo personas en la consulta y en mi propio proceso de cambio he llegado a esta conclusión rotunda que te hago llegar directamente:
Nuestro miedo más profundo es a brillar. Es a ser quienes realmente somos. A mostrarnos al mundo como tal.Quizá lo primero que hayas pensado en que esá genial brillar. Lo que pasa es que brillar implica responsabilidad. Hacerse cargo de los propios dones y ponerlos a funcionar.
Piensa en el ejemplo de persona notable que quieras. Te daré dos. Por ejemplo el dr Joe Dispenza, quien ha revolucionado la salud y el crecimiento personal. Este medita dos horas al día, escribe libros (y ya te digo que esto no es fácil), y organiza seminarios de miles de personas.
Podría estar en su consulta haciendo sesiones, tranquilito. Pero en un momento dado afrontó sus miedos a brillar. Y tomó acción.
Otro, el tenista Rafa Nadal. Es un tipo talentoso. Pero eso no le habría bastado para ganar 20 Grand Slams, los mayores torneos del tenis. Afrontó su miedo a sobresalir, a no ser uno más. A exponerse en una pista central con 15000 espectadores y a GANAR. Y trabajó cada día por darle a la pelotita más rápido, más fuerte y de forma más certera que nadie.
Si, eso da miedo. Al principio. Es a esa super luz que desprendemos a la que tenemos más miedo.
A veces no cambiamos por los beneficios secundarios de no hacerlo. Porque quizá tendríamos que afrontarnos a la vida. A madurar. A asumir nuestro poder y poner en marcha nuestros talentos.
Nos han enseñado a temerla, y la sociedad tiene muchos medios para anestesiarla.
Repasa ahora los cinco miedos que te dije al principio: soledad, muerte, mutilación etc. En el fondo... si afronto esos miedos y los supero, voy a brillar. Mucho.
Voy a ser libre.
Y voy a sacar mi propia voz.
Creo que esos miedos nos protegen de nuestra verdadera grandeza de cumplir nuestro propósito y de dejar nuesta huella.
Haz lo extra-ordinario (el extra que el ordinario no hace). El mundo cambiante de este siglo XXI lo necesita.
Antoni
pd: espero que este artículo te haya hecho reflexionar. Puedes cambiar. Si quieres hacerlo más rádpio y acompañado, contáctame, espero me cuentes algo más sobre ti y si lo deseas te explicaré las formas en que podemos ayudarte: [email protected]
@antoni.tuvidaenpositivo