Revista Diario

Nuestro nuevo colecho. Making off.

Por Anaperezllinares
Como ya os conté hace unas semanas, como nuestra cama de 1,50 ya nos quedaba un poco justita para dormir los tres, hemos comprado una cama de 90 y la hemos atado a continuación, de manera que nos queda una cama  bastante mas grande y, al estar atadas por las patas, dormimos con la tranquilidad de que no se van a separar y David no se va a colar por medio.
También se nos ocurrió que, aunque el somier estuviera atado, el colchón se podía desplazar, así que, como la barrera de cama que tiene va enganchada al colchón, buscamos un par de puntos para engancharla al somier. De este modo, el colchón está atado al somier y el somier a la cama grande, así que es imposible que se separen.
Como nuestro somier tiene alrededor un embellecedor de madera de unos cinco cm de ancho, al juntarlos quedaba un hueco en medio que lo hacía incomodo, porque cuando el peque quería acercarse a mi, se le metía el bracito o la pierna.  Así que se me ocurrió ir a la tapicería y encargar una pieza de espuma del largo de la cama y con esa anchura, de manera que el hueco entre las dos camas desaparece y David puede rodar hacia un lado y hacia otro con total comodidad y tranquilidad.
De esta manera, si tenemos otro pequeño, ya no no tenemos que cambiar anda en la habitación...la cama pequeña será para el bebé y para mí y la grande para David y papá, de manera que yo quedaría en medio de los dos peques. 
Os cuento todo esto porque sé que muchos padres no practican el colecho porque piensan que no es seguro...
Está claro que con un recien nacido hay que ir con mucho cuidado de que no queden huecos, ni que quede cubierto con las mantas, etc,  pero todo padre con un mínimo de sentido común y de precaución es capaz de  adaptar su cama y su habitación para llevarlo a cabo.
Cuando David era un bebé, para evitar el problema de que quedara cubierto por las mantas y no pasar frío, me abrigaba mucho de cintura para arriba, de manera que las mantas me llegaban a la altura de la cintura, dejando destapado a David.
También he oido a muchas mamás decir que les preocupa que papá, que tiene el sueño más profundo, pueda  chafar al bebé, pero que también les da miedo no ponerlo en medio por si se cae de la cama... 
Creo que eso del miedo a aplastar al bebé es un miedo infundado, pero aún así existen soluciones. Si papá tiene el sueño más profundo y mamá no está tranquila, puede poner al bebé a su lado, colocando una barrera de cama para evitar que se caiga. 
En nuestro caso, David ha dormido siempre tanto en medio como a mi lado (sin barrera) y jamás se cayó de la cama mientras fué bebé, ni lo aplastamos. Ahora que es mas mayor y yo duermo más profundamente, si que en una ocasión cuando dormiamos en la cama grande y papá no estaba, rodó por la cama y se cayó. Por eso decidimos poner la barrera.
Espero que mi experiencia en este tema os sea útil y que anime a más de una a probar, porque si practicamos un colecho seguro, el riesgo es mínimo y os puedo asegurar que es todo un gustazo dormir cada noche abrazada a tu hijjo.
Y bueno, acompaño a mi experiencia este bonito video. Espero que os guste! 

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