Nuestro órgano del oído afectado por la otitis

Así como nuestro órgano de la vista necesita un cuidado especial en cualquier entorno en el que nos encontremos, igual situación (o quizá mayor) de cuidado necesitan nuestros oídos; una enfermedad que puede llegar a afectarles tiene el nombre de otitis.

La otitis se llega a presentar en una persona y en sus oídos debido a una inflamación en la cavidad, situación que es mucho más frecuente en un niño antes que en un adulto. Es por esta razón que un médico de cabecera suele recomendar un control moderado a los padres para con sus hijos, todo ello de manera de tratar de identificar a algún problema que pueda estar haciéndose presente en su cuerpo y organismo.

Síntomas reflejos en una otitis

En primer lugar debemos mencionar que el médico tratante puede ser el de cabecera o un especialista que generalmente es conocido como otorrinolaringólogo; los diferentes síntomas que se presentan con esta otitis son los siguientes:

• Pérdida de la audición y presencia de un dolor agudo en el oído.
• También puede existir algo de secreción auricular.
• Fiebre que va entre los 38 a los 39 °C.
• La secreción puede ser del tipo otitis purulenta.
• También hay cansancio y falta de apetito.

Los síntomas antes mencionados pueden llegar a presentarse en una persona adulta padeciendo de otitis; si hablamos de esta enfermedad en los niños, ello podría involucrar a:

• Una fiebre aislada.
• Rechazo hacia el biberón.
• Diarrea.
• Vómito.
• Carácter irritable.
• Mucha dificultad para dormir.

Sea que la otitis se presente en un niño o en un adulto, el médico tratante recomendara unos cuantos analgésicos y también descongestionantes nasales; en muy escasa ocasión el médico podría recurrir a realizar un drenaje (conocido como paracentesis), algo que se ejecuta si el tratamiento no ha sido favorable o si la otitis se ha presentado de forma purulenta desde el inicio de la infección, situación que se debe mencionar al médico tratante para que actúe de forma inmediata.

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