Revista En Femenino
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Durante mi gestación, el hecho de hablar acerca de embarazo, parto, lactancia, con personas cuyas visiones eran parecidas o afines a la mía y con otros que tuvieran criterio diferente, me ayudó a definir muy claramente y a hacer realidad lo que yo quería vivir... Cómo quería que fuera mi parto, y aquellas cosas que quería tratar de evitar a toda costa.
Creo que lo más recomendable (en caso de disponer de ambas opciones, claro está), es hacerse el seguimiento del embarazo tanto con una matrona (en mi caso de la Seguridad Social), como con un obstetra en nuestro caso, privado), por varias razones.
Es espeluznante mirar las estadísticas acerca de partos en España (entre otros países), recuerdo a grandes rasgos que la OMS dice que es realmente necesaria una episiotomía en 5-10% de las mujeres, y en España, sobre todo en medicina privada, se practica en 90-95% de los partos; y que las cesáreas, si mi memoria no me falla, son justificadamente indicadas en 10-15% de los casos, pero que aquí se hace en 60-65% de las mujeres... Así que uno no pierde nada, con tener una historia clínica abierta en ambos sitios para pensarse las cosas con calma.
Por otra parte, algunas de las ventajas que tiene el seguimiento con un médico privado es la frecuencia de las revisiones, y ecografías, comparadas con las que se hace en servicios públicos; al menos durante embarazos considerados de bajo riesgo. Además de que nunca está demás tener una segunda opinión si se presenta algún inconveniente, y poder escoger cual concuerda más con nuestro criterio o nuestra intuición. Por ende, si consideramos necesario y nos sentimos a gusto con nuestro médico privado, se puede aprovechar esta ventaja.
A mí en particular me agradó y me hizo sentir “a salvo” de cierta manera hacerme el seguimiento en ambos sitios a la vez, y no lo hice a escondidas, a ambos les decía la verdad, que quería hacerme los chequeos en ambos sitios porque no sabía cuál me iba a quedar más cerca en el momento de que mi bebé tocara la puerta pidiendo salir… Ingenua yo al creer que tendría que salir corriendo en el momento del parto y que apenas alcanzaría a llegar a tiempo para parir :) Así que quería tener la posibilidad de parir en dos extremos diferentes de Barcelona, por si acaso.
Hice también los cursos de preparación en ambos sitios, y así me sentí más preparada. La verdad es que ambos cursos ofrecieron puntos de vista e información ligeramente diferentes, y me encantó oír las dos versiones, recomendaciones y bibliografías aconsejadas. De todas maneras no perdemos nada con dejar abiertas las dos puertas, y ver dónde uno se siente más a gusto para poder decidir cuando uno se sienta preparado.
Luego de 6 horas con contracciones regulares, cuando llamamos al taxi para que nos recogiera en casa, Ricardo me preguntó: "¿Louma, por fin vamos al Sant Pau o a la Pilar?" (yo tenía los volantes de la privada y todo autorizado porque no lograba decidirme). En ese instante fue cuando supe exactamente lo que quería, elegí el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau sin dudar.
Cuéntanos… ¿Cómo fue el seguimiento de tu(s) embarazo(s)? ¿Pudiste elegir entre matrona y gine, o tuviste a ambos? ¿Los acompañó una doula?
Esta historia continuará…
Foto © Heide Benser Corbis