Hasta ahora habéis podido ver un poco de nuestra decoración, nuestro árbol de huellas, el rincón de firmas y un poco de la ceremonia, entre otras cosas.
Pues bien, aquí va un poco mas!
Después de la ceremonia no quisimos hacer el típico reportaje de boda. No queríamos perdernos nada de nuestro día y aunque es inevitable dejar de hacer según que fotos, a la primera oportunidad nos mezclamos con los invitados. El ambiente no podía ser mas relajado. Todos nos sentimos como en casa! O mejor dicho, estábamos en nuestra casa! Tanto la ceremonia como la fiesta y el banquete la celebramos en una finca de la familia de el novio. En otra ocasión os expliqué que allí nos solemos reunir para celebrar cumpleaños, fiestas de San Juan, Carnavales y varios, Así que no podíamos sentirnos mas cómodos.
Desde el primer momento nos dejamos llevar y prueba de ello son estas divertidas fotos. No dejamos de reír.
Mientras tomábamos el aperitivo, empezó a caer el sol, pero había un rincón que todavía brillaba por los flashes de la cámara. Era el sitio donde montamos nuestro photocall handmade.
Invitamos a los invitados a sacarse unas fotos divertidas con el mensaje que dejamos escrito en unas pizarras.
Para ellos también dejamos algunas para que pudieran escribir algún mensaje.
¿Quereis ver lo bien que lo pasamos?
Compramos un par de sombrillas chinas y unas boas de plumas. Pusimos unas gafas de colores y unos marcos de cuadros viejos y... Voilà!
Al final no cabía ni un alfiler!
¿Vosotros tenéis pensado poner un photocall en vuestra boda?
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Fotografía: David Jurado para Tul y Tulipanes
©Tul y Tulipanes