Revista Diario

Nuestro primer día: agotados y felices

Por Covadongamora

Estamos agotados y felices después del primer día en la escuela rural donde Alejandro ha empezado esta mañana. Hemos estado toda la mañana juntos, con el resto de compañeros y de maestros, tanto de infantil como de primaria. Nervios antes de entrar (más por mi parte que por la suya, en el coche iba contento diciendo que íbamos al cole) y una salida con ganas de más tiempo de juego.

Nuestro primer día: agotados y felices
El inicio de la mañana ha servido para explorar el aula, ir encontrado a los compañeros, conocer el patio, el huerto, el arenero... Después el almuerzo en uno de los parques del pueblo mientras el juego invadía el ambiente. Tras coger fuerzas, hemos hecho una excursión a una zona próxima rodeada de verde y de agua (de la que aún me estoy recuperando, jajajja...) y a la vuelta de nuevo juego libre en el aula y un cuento.
A la salida nos esperaban su papi y su hermano. Y sólo nos salía decir: "estamos cansados, agotados, pero ha ido bien". Es cierto que he estado presente toda la mañana, y que poco a poco iremos viendo el momento de que Alejandro pase ratitos solo con su maestro y compañeros. Pero le he visto buscando a sus compañeros, participando en juegos, corriendo tras los niños más mayores, cogiendo una mano amiga para ir por el camino... Eso me hace ver que sí, que era cierto que era el momento en el que dar el paso a la socialización. Y que una vez logrado el vínculo con el profesor, con los compañeros y reconocido el espacio, daremos más pasos.
Me/ nos sentimos afortunados y privilegiados por estar viviendo esta experiencia de una manera tan satisfactoria, pero es triste que una gran mayoría de las realidades de vuelta al cole de los más pequeños no sea así (a pesar de que hay muchos casos en que entran felices y contentos). Mientras estábamos entrando y subiendo las escaleras juntos, pensaba en todas aquellas madres que estaban viviendo la misma situación, pero que se habían tenido que quedar en la puerta aunque su hijo no quería entrar solo, y se me encogía el estómago.
Ojalá en las imágenes de los informativos pudiesen mostrar como normal y habitual que es posible un inicio de colegio de una forma relajada, familiar y sin sufrimiento, y no las imágenes tan tristemente repetidas en los informativos de todos los septiembres, en los que los bebés-niños se agarran a las piernas de sus madres mientras l@s responsables del aula los cogen de los brazos, donde el miedo ante lo desconocido paraliza a unos seres llenes de vida, en las que los llantos son intensos y dolorosos...
Os seguiremos contando. Gracias.

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