Nuestro último verano en Escocia

¡Cómo son los niños!

Sinopsis y ficha técnica

Doug y Abi son dos padres normales con tres hijos encantadores pero muy excéntricos. Cuando la tensión de la vida parental pone en peligro su matrimonio, deciden llevar a sus hijos en un viaje a Escocia. Sin embargo lo que prometía ser unas vacaciones de reconciliación pronto se convierte en un campo de minas social con peleas, malos entendidos y egos magullados. Cuando los niños provocan un giro completamente inesperado de los acontecimientos, la familia se ve obligada a dejar de lado sus diferencias.

Actores Nuestro último verano en Escocia

• Rosamund PikeAbi
• David TennantDoug
• Billy ConnollyGordy McLeod
• Celia ImrieAgnes Chisolm
• Amelia BullmoreMargaret McLeod
• Ben MillerGavin McLeod
• Emilia JonesLottie McLeod
• Annette Crosbie
• Bobby SmalldridgeMickey McLeod
• Alexia BarlierFrançoise Dupré

Dirección

• Guy Jenkin

Producción

• David M. Thompson
• Dan Winch

Guión

• Guy Jenkin

Música

• Alex Heffes

Vestuario

• Rhona Russell

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Comentario previo

Se suele decir que los niños pueden llegar a ser muy crueles, eso se debe a que no suelen mentir, no han aprendido a tener un filtro. Con el tiempo aprendemos a que hay algo llamado “mentira piadosa”, pero cuando continúa nuestra vida llega un momento en que prácticamente parecemos vivir en una falsedad continua, en la que siempre parecemos tener que utilizar todo tipo de estratagemas para negar lo que pensamos, nuestros sentimientos, y quienes somos en realidad; en una permanente represión que a los niños en cambio, se les consiente durante un tiempo, son niños, ¿no?. Quizás por eso la infancia suele evocarnos buenos recuerdos, y la adolescencia (tiempo del moldeamiento por excelencia), no se añora tanto.

En esta película esto se refleja a la perfección, las hipocresías del mundo adulto, sus falsas complejidades, sus complicaciones sin motivo, todas esas cosas con las que vivimos y convivimos diariamente y que en el fondo odiamos, quedan destapadas de la forma más sarcástica y divertida. Ese es posiblemente el mayor mérito del filme, su gran originalidad, y una de las grandes razones por las que no es una película más en cartel.

Por lo demás, no estoy de acuerdo con la denominación que algunos críticos han dado de ella de “feelgood movie” o “película bonita” (de hecho, ello me echó atrás durante mucho tiempo a la hora de decidirme ir a verla -y por eso publico tan tarde la crítica), puesto que es realmente una comedia hilarante y divertidísima, con un humor blanco por lo general, y muy agradable (y con grandes méritos cómico-narrativos, como detallo en el spoiler que pongo al final de la crítica).

Crítica

Hay que reconocer que la historia no es gran cosa, es más una excusa para que el guión pueda unir una serie de secuencias cómicas continuas imparables, una tras otra. Entendámonos bien, ello no significa que el guión se le vea flojo, pues no se le llega a notar, ¿qué quizás podría haber una mejor definición de los personajes o una mayor complejidad?, tal vez, ¿pero realmente es necesario?, muchas veces, menos es más, y esta película da lo mínimo que se espera de ella: risas; de hecho, da bastante más, risas continuas.

Así pues, nos encontramos con un guión que, principalmente a través de los personajes de los niños, desmonta con absoluta brillantez el mundo adulto y sus falsas complicaciones, los niños lo tienen claro, todo es mucho más sencillo, y lo que es peor… tienen razón. Si Oscar Wilde se reía en sus obras de la sociedad victoriana, esta película se ríe de nuestra vida cotidiana de hoy.

Así pues, el ingenio domina en todo momento un guión que es un no parar de diversión.

La dirección es sumamente efectiva, y lleva con gran ritmo una comedia que lo necesita para ser efectiva.

El resto del apartado técnico crea un mundo en el que resulta muy agradable estar (y seguramente no dispuso de grandes medios) con lo que resulta especialmente resaltable (destacar dirección artística y vestuario).

Aunque todo esto sería en vano sin unos actores con la suficiente vis cómica, de los cuales, por lo general podemos hablar de un buen reparto entre los adultos, pero los que roban totalmente la película son los niños protagonistas, descubriéndose como una de las mejores elecciones de reparto que he visto jamás (tantas veces solemos ver infantes bastante repelentes…): divertidos, ingeniosos, con vis cómica, sinceros, naturales… son encantadores, la cámara les adora, y ellos saben jugar y hacer a la perfección sus papeles, realmente la película es suya (quizás también se deba a que, como ya he comentado, el guión está muy de su parte, pero ello no les quita mérito).

Valoración final: una película sumamente divertida, en la que la alegría no decae en ningún momento. Risas garantizadas, y más de una reflexión interesante, porque, no lo olvidemos, y en eso reside la inteligencia de un buen sentido del humor: “entre broma y broma, la verdad asoma”.

SPOILER: otro de los grandes méritos del filme es que a pesar de haber una muerte (bastante predecible) en el medio de la película, el tono de comedia del filme no decae en ningún momento, es más, diría que es uno de los fallecimientos más divertidos del séptimo arte, magníficamente llevado.

En realidad, sorprende el como se pueden tratar temas tan serios de hoy en día (y quizás de siempre, puede que nos hallemos ante un clásico) como son: la enfermedad, la muerte, la desestructuración familiar… y hacerlo con un humor nada negro, totalmente blanco, extremadamente jocoso y nada fallido.

Algo que, como ya digo, demuestra una gran capacidad narrativa, puesto que rara vez se consigue sobrevivir a la caída del tono cómico en semejantes circunstancias y muy pocos lo han logrado anteriormente (lo habitual es que se degenere hacia un estilo entrañable o, en demasiadas ocasiones, sensiblero en su modo más vulgar).