Existen muchísimas formas de vivir viajando por el mundo y mantenerse en el camino. Pero muchísimas. Nosotros hasta ahora hemos utilizados algunas con muy buenos resultados. Si de imaginación se trata, recorrer el mundo con un bajo presupuesto está al alcance de todos. Solo es cuestión de abrirse camino y dejar volar nuestros sueños. Muchos viajeros llevan años manteniéndose en la ruta. ¿Cómo lo hacen? Simple. Buscan las oportunidades en cada lugar que visitan.
En el siguiente post les vamos a contar cuales son las técnicas que utilizamos nosotros para viajar barato por el mundo. No son las únicas, hay cientos de formas de mantenerse viajando por largo tiempo, pero estas son las que hemos utilizado hasta ahora con muy buenos resultados.
La Trilogía de los Gastos de Viaje
Cuando viajamos tenemos en cuenta tres tipos de gastos fundamentales. Yo lo suelo llamar La Trilogía de los Gastos de Viaje. Ellos son, Alojamiento, Transporte y Comida. No podemos escapar de ninguno de estos tres ítems. Son necesidades básicas que debemos satisfacer. Debemos dormir y descansar, debemos movernos de un lugar a otro y, por supuesto, debemos alimentarnos.
Con respecto al Alojamiento, lo que hacemos para abaratar costos es trabajar a cambio de una cama. Nos presentemos en los hoteles de las ciudades que queremos visitar y ofrecemos nuestros servicios a cambio de alojamiento. Solemos trabajar tres o cuatro horas por día y en contraprestación recibimos un techo donde dormir y muchas veces hemos recibido la comida y algún dinerillo extra que nos vino muy bien. Esto ya lo hicimos en , y Malasia.
También utilizamos mucho Couchsurfing, la red social de alojamiento mundial (Si no sabés lo que es Couchsurfing te invito a leer ). En todos los países que visitamos hasta ahora nos hemos alojado con las personas que viven allí a través de Couchsurfing. Este método es muy positivo porque no sólo se trata de ahorrar en hospedaje, sino, y creo que es lo más importante, que conocemos gente maravillosa de todo el mundo y compartimos buenos momentos con ellos. Grandes experiencias de vida.
También existen algunas plataformas donde podés conseguir trabajo a cambio de alojamiento y comida como son , y .
Con el tema del Transporte, hasta ahora nos hemos movido por los medios convencionales, es decir, Autobús, barco, tren y avión. En ocasiones especiales hemos hecho autostop. Así que en este ítem no estamos ahorrando demasiado. Te recomiendo que leas los consejos de Juan del blog Acrobata del Camino sobre cómo hacer autostop.
Lo que sí hacemos es elegir los transportes más baratos. Suelen tardar un poco más que el resto, tienen horarios no convencionales, pero llegan al mismo destino, y como no tenemos apuro, los aprovechamos. Y si tenemos la oportunidad de viajar en un bus o tren nocturno para ahorrarnos el alojamiento, lo hacemos. Como por ejemplo en Japón, que viajamos desde Tokyo hasta Kyoto en un bus nocturno que nos costó mucho menos que la mitad que nos hubiese salido un tren durante el día. O en que todos los transportes que tomamos de una ciudad a otra la hicimos en trenes nocturnos.
Con respecto a la Comida, el último ítem de la Trilogía pero no menos importante, lo que hacemos es comer en los mismos lugares que comen los locales. De esta manera no solo que abaratamos mucho los costos sino que probamos distintos tipos de comida. También solemos frecuentar los mercados callejeros de comida, donde los platos están a precios súper baratos y muy ricos. Somos bastante clásicos en este sentido. Cuando encontramos un lugar donde la comida es buena, bonita y barata vamos a comer todos los días a ese sitio.
Otra cosa que hacemos es ir a los supermercados y comprar la comida allí, siempre que podamos cocinarnos donde nos estamos alojando. Pan lactal, mermeladas y banana para el desayuno siempre vienen bien y son baratas.
Y para conocer mejor un lugar la premisa es caminar y caminar. Nos encanta recorrer las ciudades que visitamos a pie. Tenemos el récord de caminata durante un día en Melbourne. Estuvimos en promedio 8 o 9 horas caminando sus hermosas y pintorescas calles durante los siete días que nos quedamos allí. De esta manera pudimos conocer la mejor ciudad del mundo, según el diario inglés, The Economist, como la palma de la mano. Anduvimos por sus callejuelas, por sus recovecos. Nos recorrimos todos sus parques. Aprovechamos el Tranvía circular gratuito. Y en Tokyo caminábamos por la ciudad desde que amanecía hasta que anochecía. Nos mezclamos entra la masa de gente. Nos sentimos japonés por un tiempo. Creo que esta es la mejor manera de visitar un lugar. No nos gusta hacer Tours. Pocas veces los hicimos. Nos parece que los Tours turísticos muestran una muy pequeña parte de la realidad del lugar, y muchas veces maquillada por las agencias que quieren que veamos solo la parte "linda". Por esto es que preferimos perdernos en las ciudades donde viajamos. Llegar hasta ciertos puntos que necesitemos pedir ayuda para reubicarnos. Hablar con los locales. Pedirles consejos a ellos. ¿Quiénes mejor que las personas que viven allí para recomendarnos los lugares para visitar?
Pero el mayor consejo que les puedo dar para vivir viajando por el mundo es tener presente en cada momento que el viaje lo hace a uno y no uno es el que hace al viaje. Siempre hay que dejarse llevar por el lugar. Nunca se sabe dónde vas a encontrar una aventura extraordinaria para vivir.
Nos leemos...
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