El acceso a nuestros datos fiscales se supone que es algo perfectamente protegido. Nadie puede hacerlo sin una causa justificada y todo lo que en ese sagrado lugar permanece, debe ser totalmente confidencial. Pero evidentemente esa es solo la teoría; no hay ningún sistema de protección que sirva de nada cuando los custodios de dichos datos no guardan la debida profesionalidad y confidencialidad en su quehacer diario.
Acceso a nuestros datos fiscales… y mucho, mucho más.
Hace unos días saltaba a los medio de comunicación la noticia con los datos de la declaración de renta de Esperanza Aguirre, sus elevados ingresos provenientes de una empresa privada e incluso ese premio de 5.000 euros que ella dice que corresponde a un premio literario. No cabe duda de que la filtración fue malintencionada por mucho que fuera bien recibida por gran parte de la ciudadanía. Personalmente, ni me importa lo que gana esta señora, ni tengo interés alguno en saber si ha ganado algún premio literario o se trata de ingresos del Bingo. Me da igual, tanto si la noticia es de alguien del PP, como si es de Podemos. De hecho, cuando se dijo lo de que el patrimonio de nuestros políticos y sus ingresos tenía que ser de dominio público, ya dije que a mí no me resultaba de ningún interés y no me parecía de recibo. Más bien lo vi como una fantochada más de pseudotransparencia para calmar los ánimos chafarderos de la ciudadanía.
Acceso a nuestros datos fiscales, y mucho más…
Es interesante recordar que en Hacienda no solo disponen de los datos de nuestras declaraciones fiscales. Cada vez acumulan más información sobre nosotros, incluyendo los consumos de energía eléctrica, por poner un ejemplo banal. Y ahora, con los cacharritos esos que les han puesto para que firmemos en la tableta, incluso conservan datos tales como la presión y rapidez con la que firmamos; datos que son cuasi-médicos y que se supone que son para «verificar» nuestra firma en intervenciones posteriores. También disponen de datos sobre embargos, sanciones de Tráfico y mucho, mucho más… y a todo eso tienen acceso los funcionarios de la Agencia Tributaria.Pero esto de las filtraciones o del acceso ilegal a nuestros datos no ocurre solo en casos sonados de políticos a los que hacer una campaña negativa en plenas elecciones; es algo que a menudo puede entrar dentro del chafardeo más burdo y vecinal de barrio. Es lo que parece que ha ocurrido en una comunidad de vecinos que se han querellado contra una de sus vecinas, a la vez funcionaria de la Agencia Tributaria, acusándola de haber estado accediendo sistemáticamente a sus datos privados y vanagloriándose de ello en las juntas vecinales.
No está muy claro cuál era el objetivo de esta funcionaria al curiosear en los datos y las declaraciones de renta de sus vecinos, pero parece ser que la Agencia Tributaria ha dado contestación a los afectados, anunciando que había abierto expediente contra la funcionaria por infracción grave. Será interesante ver cómo termina esto, si es que nos llegamos a enterar.
Ramón Cerdá
Nuestros datos fiscales y su acceso desde la Agencia Tributaria was last modified: mayo 31st, 2015 by Ramón Cerdá