Revista Opinión

Nuestros “queridos” empresarios

Publicado el 31 marzo 2013 por Rgalmazan @RGAlmazan

Esta crisis está demostrando que abre la brecha entre los más ricos y los más pobres, que hace bajar de la clase media a la baja y de ésta a la exclusión social, sin necesidad de ascensor. Y, por contra, está haciendo que los ricos sean más ricos.

Y los que se están beneficiando de forma espectacular de esta situación son los grandes empresarios. No hace falta hablar de Amancio Ortega que hoy, en un país cada vez más pobre, se ha convertido en el tercer hombre más rico del planeta. Y no sólo él. Mientras que los perdedores –los trabajadores y los pequeños empresarios— caen en el pozo de la miseria, los grandes empresarios se frotan las manos con una reforma laboral elaborada al dictado de la CEOE.

Pero no conforme con haber forzado unas leyes que hacen que el despido sea muy barato, han conseguido que los trabajadores tengan miedo y hagan horas extras gratis. Con esta pequeña broma, de hacer trabajar a sus trabajadores más con el mismo o menor sueldo los empresarios han ahorrado la friolera de 2.200 euros.

Además la precariedad es cada vez mayor. Y se hace cualquier cosa para no hacer a los trabajadores fijos. Mantenerlos en precario no sólo hace que no acumulen antigüedad sino que además siempre están con la espada de Damocles encima. Para evitarlo actúan incluso fuera de la ley, contratan un tiempo, los tienen en el paro un periodo y luego vuelven a contratarlos, como le ha pasado a este trabajador que afortunadamente ha ganado una demanda porque le han tenido 30 años contratado de forma eventual.

Sí, ganan los grandes empresarios, porque además están barriendo del mercado a los pequeños empresarios que al no contar con los recursos suficientes no aguantan los envites de la crisis y cierran, por lo que los clientes tienen que irse forzosamente a ellos.

Empresarios

Esos grandes comandados por la CEOE, ya saben, cuyo anterior presidente Díaz-Ferrán se dedicaba a dirigirles mientras hacía trampas, no pagaba a los proveedores, hundía sus empresas y se hacía con una inmensa fortuna personal mientras dejaba en el paro a miles de trabajadores (hoy, afortunadamente en la cárcel). O también con un vicepresidente, Arturo Fernández, imputado por pagar a sus trabajadores en negro, ahorrándose así la seguridad social y la declaración de esos ingresos a Hacienda. Por no hablar de los empresarios banqueros, esos que han llevado al sistema financiero a la ruina mientras que sus despidos y pensiones se cuentan en millones de euros. Vamos unos ejemplos a seguir.

Unos sinvergüenzas que viven de explotar al personal y que se dicen emprendedores, cuando lo más que emprenden con éxito es la ruina de los trabajadores y de las pequeñas empresas, con la gran colaboración de este gobierno ilegítimo.

Por último recordar que el ingreso medio de los empresarios equivale aproximadamente al 60% del sueldo medio de los trabajadores. ¿Hay quién se lo crea? Si Montoro tuviera vergüenza buscaría el fraude fiscal y los poseedores de cuentas en paraísos fiscales entre los empresarios. Seguro que conseguiría esos recursos que dicen necesitar y que hoy está sacando de la Sanidad, la Enseñanza y los Servicios Sociales. Pero no, un trilero siempre defenderá a los suyos.

Salud y República


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