Revista 100% Verde

Nuestros últimos Salmones

Por Rubenportas

Esta semana, numerosos medios de comunicación difundieron "el buen hacer" de nuestra consellería en la conservación del Salmón en los ríos gallegos. Es una pena que los periodistas no se documentaran sobre todas las amenazas que sufren estos peces en nuestros ríos para lo que pretendía ser un lavado de cara no se haya convertido en collejas por la dejadez y falta de cautela que caracteriza a nuestra administración. Ahora, el Conselleiro afirma que el furtivismo es una de las mayores amenazas del salmón. Recuerdo, hace 7 años ya, en clase de gestión piscícola, tener que escuchar que a la hora de establecer los cupos de pesca, el furtivismo en nuestros ríos era despreciable y apenas se debería tener en cuenta...

Tercera parte del documental Atlantic Salmon
No son pocos los problemas que afectan a nuestros salmones. Los criterios de la UICN sugieren que las mejoras del hábitat (mantener los trazados naturales del río, las graveras, un bosque de ribera en buen estado, etc.) deben ser las primeras medidas a tomar. 
Parece que hablando de salmones, olvidamos sistemáticamente todas las minicentrales y presas que jalonan los cursos gallegos (y las que aún están  por llegar). Es imprescindible lograr la permeabilidad de todos esos obstáculos y mejorar la movilidad de los salmones en el río, así como asegurar un caudal ecológico (con todos los matices que puede tener este término). La proliferación de infraestructuras en nuestros ríos es una de las causantes del deterioro del hábitat acuático y de la disminución de las áreas de freza, lo que significa menos lugares propicios para la cría y por lo tanto menos salmones en nuestros ríos. 
Por otro lado, no son nada despreciables los vertidos que sufren nuestros ríos salmoneros, tanto por la mala gestión de las aguas fecales en los ayuntamientos, como por el escaso control de las actividades agrícolas, especialmente de la gestión y uso de los purines. Es necesario aumentar el número de agentes medioambientales y vigilantes de recursos naturales para que la custodia de nuestros ríos no quede en una utopía.
Realmente, parece que la única medida adoptada para frenar el declive de nuestros salmones es soltar más salmones (alevines). Algunas sueltas fueron realizadas incluso con ejemplares procedentes de otros países norteños, a pesar de que numerosos artículos científicos señalan las repercusiones negativas que puede tener sobre nuestras ya de por sí debilitadas poblaciones y el peligro sanitario o la contaminación genética que suponen para las mismas. 

Comportamiento reproductivo del Salmón
Existen numerosas razones científicas que señalan que las repoblaciones no son sólo una solución a deshechar, sino que pueden convertirse en una amenaza más para la especie. Entre ellas, figuran las siguientes:
- Se destruye el proceso de selexión sexual que ha favorecido que los mejores y más adaptados ejemplares de salmón hayan contribuido a la mejora genética de la especie de modo natural.
- La cría en cautividad de alevines constituye un proceso de "domesticación" que supone un relajamiento de los mecanismos anti-depredatorios, del aprendizaje de la busqueda de alimento natural y por lo tanto influye en la selección de los ejemplares más aptos. Lo que de nuevo va en contra de la mejora genética.
- Los alevines son criados en condiciones artificiales lo que dificulta su adaptación al variable entorno acuático.
- Los alevines proceden de un número reducido de "padres". Es quizás uno de los efectos más alarmantes a medio y largo plazo. Esto produce una pérdida de  variabilidad genética y aumenta los fenómenos de deriva genética.
- Además de lo anterior mencionado, debemos destacar el impacto que suponen las piscifacorias para el medio acuático, tanto por el espacio que ocupan como por la contaminación orgánica y patológica que generan.
Estas razones que acabo de exponer, son sólo un mero resúmen de las descritas por Manu Esteve, biólogo marino en este excelente artículo.

Hembra de salmón en el Río Nansa (Cantabria)
Existen estudios que señalan que la recuperación debe ir dirigida a conservar los salmones multi-invierno (que han pasado más de un invierno en el mar y que miden más de 65 cm y pesan más de 3'5 kg.), ya que son los mejores reproductores y de mayor interés piscícola. Su descendencia tiene más capacidad de retorno al río y su carga genética es más valiosa, ya que producen estadísticamente más del doble de descendientes multi-invierno. Por lo tanto, su protección es más valiosa de cara a la conservación de la especie. Estos salmones son los primeros en remontar el río por lo que las fechas de pesca son muy importantes en las medidas de gestión.
Las medidas tomadas para recuperar el salmón suelen estar basadas en razones políticas en vez de criterios ambientales. Para mejorar las poblaciónes de salmones es necesario adoptar medidas innovadoras y valientes como acotar zonas salmoneras, fomentar la pesca sin muerte, restringir la época de pesca hasta mediados de junio, fomentar la pesca con mosca o prohibir la captura de salmones de gran tamaño (son mejores reproductores, especialmente las hembras). Pero, el lobby de los pescadores (y cazadores) constituyen un gremio fuerte en votos y sus peticiones (por muy injustificadas que sean) suelen ser concedidas en detrimento otras medidas más acordes con criterios biológicos de gestión y conservación.
Curiosamente, España es uno de los paises donde más vulnerable es la población de salmones y es dónde menos medidas drásticas se toman para su protección.


Nota: Preferí no poner fotos de salmones y deleitaros con los vídeos de la galería de Manu Esteve.


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