No hay un agujero lo suficientemente profundo donde se puedan esconder los fanáticos del discriminatorio movimiento BDS tras sus recientes ridículos en Gijón, y ahora en Orense.
Tanto Gijón como, ahora, en Orense, han demostrado la autentica medida del BDS en España: la insignificancia.
50 personas, en las estimaciones mas elevadas, fue el seguimiento que tuvo la patética concentración de protesta organizada por la mafia del boicot en Orense:
Imagen de la “multitudinaria” concentración del BDS en Orense. Ni de coña llegan a las 50 personas.
Mientras estos “sacamantecas” hacían el ridículo con esta patochada, otras personas mas preocupadas por el progreso y bienestar de sus vecinos se dedicaban a cosas mas productivas, y por supuesto, más dignas.
Por ejemplo un nutrido grupo de empresarios orensanos se reunieron con el embajador de Israel en el Ayuntamiento para estudiar posibles sinergias entre el estado israeli y empresarios gallegos.