Anoche la red ardía. Los rumores que colocaban a Pedro Jota Ramírez fuera de El Mundo parecían confirmarse. Quizá estábamos ante la crónica de un cese anunciado. Alguno había que no se lo creía y otros prudentes preferían todavía no opinar. Luego estábamos los que empezamos a hablar sobre qué sería de nuestro Periodismo sin Pedro Jota al frente de su periódico.
Yo fui de las que dije que empezaría una nueva era para el Periodismo, que no sabía si sería mejor o peor, pero que sin duda sería diferente. Porque a pesar de los malos números, El Mundo no deja de ser el segundo periódico más leído del país. Y porque, sin Pedro Jota al frente, yo me sumo a esos que vaticinaban que al diario le quedaban dos días. Luego estaban los que tiraban de humor sin pararse a pensar en los motivos que hay detrás del cese, sin pararse a pensar que quizá, como dijo Marta Rivera de la Cruz, esos motivos hacían de este un país menos digno.
Y es que cualquiera de las dos razones con las que se especulaban ayer, me parecen devastadoras para el Periodismo y para la democracia. A saber:
- Se lo han cargado por motivos políticos: como la línea editorial de El Mundo se estaba alejando mucho de la defensa al Gobierno, hay quien dijo ayer que la presión política de la derecha estaba detrás del cese.
- Se lo han cargado por motivos empresariales: que puede que sea la hipótesis más acertada. Recordemos que el 95% de las acciones de Unidad Editorial no son españolas, sino de una empresa italiana. Y las pérdidas de El Mundo en los últimos años (a pesar de sus malabares con el mundo digital) podrían haber hecho que, como en cualquier trabajo, de no llegar a los resultados esperados, despidieran a Pedro Jota. Que sí, fundó el periódico, pero la empresa editora no es suya, así que su cargo podría haber sido casi más simbólico que otra cosa.
Como vemos, tanto si se trata de una decisión política como de una meramente económica (maldito parné), que un director que lleva 25 años al frente de un periódico se vaya obligado de su puesto, no es una buena noticia. No seré yo quien defienda las artes de Pedro Jota al frente de El Mundo, aunque supongo que a pesar de sus errores, tan mal director no sería, sobre todo cuando ha tenido a la redacción volcada con esta noticia.
Pero al margen de Pedro Jota, que seguro que encontrará hueco en otro sitio o fundará otro medio, o vaya usted a saber (porque siempre se ha apañado muy bien), lo más cierto de todo es que El Mundo no durará mucho sin él. O quizá sí, que sería lo deseable, porque al fin y al cabo, cuando un medio cierra, sea La Gaceta, la RTVV o El Mundo, este país se vuelve un poquito menos plural.