El fin del impeachment a Trump, con la consiguiente victoria del presidente frente al Partido Demócrata, ha marcado un punto de inflexión en la presidencia y, en la práctica, una nueva etapa en la Casa Blanca. El presidente Trump, liberado de esa caza de brujas que pretendía destituirlo sin ninguna razón objetiva y legítima para ello, ha iniciado esta etapa con cambios y decisiones.
Para empezar, se está llevando a cabo una limpieza del Consejo de Seguridad Nacional para apartar a aquellos trabajadores que han incurrido en graves deslealtades, muchos de ellos partidarios de la anterior Administración Obama y que se han dedicado más a conspirar y obstaculizar las políticas de Trump que a trabajar como se espera de ellos. Alrededor de 70 o 100 trabajadores del CSN habrán salido cuando acabe esta limpieza.
Trump no olvida que el inicio del éxito de su política económica se gestó con la rebaja de impuestos aprobada nada más llegar a la Casa Blanca. Por esa razón, ya se preparan nuevas medidas fiscales para el próximo otoño que reducirán los impuestos a las clases medias y a las empresas. Habrá un 10% de recorte impositivo adicional y algunas de las rebajas de impuestos serán permanentes.
Trump tampoco olvida su gran promesa de campaña sobre el muro fronterizo. De ahí que se prevean destinar otros 3.800 millones de dólares procedentes del Pentágono para construir 177 millas del muro en la frontera con México.
Los veteranos de guerra han sido y son un pilar importante de apoyo para esta Administración. Trump ha vuelto a renovar su compromiso con este colectivo al firmar el proyecto de ley para ampliar el acceso de los veteranos a trabajos y/o carreras en los campos STEM: ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (science, technology, engineering, mathematics). Se trata de una interesante iniciativa para ayudar a los veteranos de guerra a reincorporarse a la sociedad civil en algunos de los sectores productivos que más empleo van a crear en los próximos años. De hecho, el Departamento de Trabajo y Estadísticas de EE. UU. proyecta que los trabajos informáticos y matemáticos aumentarán en casi un 13% entre ahora y 2028.
Los cambios en esta nueva etapa no sólo afectan a las políticas y al plan para drenar la corrupción en los distintos estamentos del gobierno, también se materializa con el regreso de Hope Hicks, la antigua directora de comunicaciones, que volverá a la Casa Blanca como asesora senior y consejera del presidente Trump a partir de marzo. Es sólo la punta de lanza de las nuevas incorporaciones de peso que llegarán en meses próximos, y que reforzarán aún más la eficacia de la Administración.
Como guinda a esta nueva etapa en la Casa Blanca, el presidente Trump se mete de lleno en la campaña de reelección, con lo que eso significa: más mítines electorales por todo el país: Arizona, Colorado, Nevada; North Carolina... son sólo algunos de los lugares inmediatos donde Trump ya ha desplegado su eficacia verbal para atizar a los demócratas y seguir elevando los millones de votos que ya están de su lado.
Las relaciones internacionales también son otro eje de esta nueva etapa. El viaje a la India, con mitin masivo incluido, fue el inicio de una serie de visitas estratégicas al exterior que reforzarán el papel de los Estados Unidos y abrirán nuevos acuerdos comerciales y de colaboración con otros países aliados. Una política que se verá complementada con las sanciones a aquellos regímenes más lesivos para la estabilidad mundial, como Venezuela, Cuba, Rusia...
En el plano interno, Trump tiene abierto otro frente en el Senado para evitar que una medida votada recientemente, limite la autoridad presidencial para lanzar operaciones militares contra Irán. El presidente vetará esta medida que trata de controlar los poderes de guerra presidenciales desde el legislativo.
Asimismo, Trump ha tomado medidas activas para acabar de facto con las ciudades santuario que amparan a los inmigrantes ilegales e indocumentados. Y para ello, ha puesto en marcha una iniciativa que desplegará alrededor de 100 agentes de las fuerzas especiales de BORTAC, la unidad de elite de la Patrulla Fronteriza, para capturar a inmigrantes ilegales con historial criminal. Estas unidades se desplegarán desde febrero a mayo en nueve ciudades: Chicago, Nueva York, San Francisco, Los Ángeles, Atlanta, Houston, Boston, Nueva Orleans y Newark.
Por supuesto esta nueva etapa en la Casa Blanca estará centrada también en la aprobación del presupuesto federal para 2021, que prevé una reducción del déficit de 4.6 billones de dólares en 10 años y espera un crecimiento económico a una tasa anual del 3% aproximadamente en los próximos años.
Esta nueva etapa en la Casa Blanca tiene un doble objetivo: ganar la reelección en noviembre y asegurar que las políticas de la Administración Trump sigan beneficiando a los ciudadanos.