Creada por la OPS y el BID, la herramienta está dirigida a quienes deseen prestar de forma inmediata servicios de atención médica a distancia, y a aquellos que quieran autoevaluarse para redefinir prioridades frente a la COVID-19
Washington, DC, 8 de septiembre de 2020 (OPS)- En tiempos de pandemia por COVID-19, cuando la consulta de salud en persona se ve postergada, la telemedicina vuelve a asomarse como una oportunidad para mantener el contacto médico-paciente minimizando el riesgo de transmisión del nuevo coronavirus y asegurando la continuidad de las consultas y el tratamiento para quienes lo necesitan.
Con el fin de ayudar a cualquier institución de salud interesada a evaluar su nivel de madurez antes de implementar servicios de telemedicina, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) crearon, en colaboración con otras instituciones y expertos de la región y España, una herramienta que han puesto a disposición en América Latina y el Caribe.
“La telemedicina es clave para llevar la atención a lugares donde la salud no llega, y hoy en día es una forma segura y efectiva de evaluar casos sospechosos de COVID-19 y otras enfermedades mientras los servicios regresan a la modalidad presencial”, afirmó Sebastián García Saiso, director del Departamento de Evidencia e Inteligencia para la Acción en Salud de la OPS. “Medir las capacidades internas es el primer paso para comenzar a implementar servicios de telemedicina, y la herramienta que desarrollamos puede ser una guía para avanzar en ese camino”.
La herramienta caracteriza de 1 a 4 el nivel de madurez de las instituciones para introducir atención médica a distancia. El nivel 1 es cuando no hay ninguna iniciativa de telemedicina y el 4, cuando todo está listo para funcionar con plena capacidad en los servicios de telemedicina. En el medio de estos extremos se ubican los niveles 2 –cuando hay avances, pero aún está lejos de poder implementar servicios- y 3 – cuando existen buenos avances y algunos servicios de telemedicina podrían comenzar a implementarse-.
Por otro lado, la herramienta facilita la identificación de posibles brechas o esferas que requieran atención y el apoyo técnico de expertos, y presenta una oportunidad para aquellas instituciones que deseen autoevaluarse para redefinir prioridades frente a la pandemia.
La herramienta consta de una serie de preguntas organizadas en las seis categorías: preparación organizacional, procesos, entorno digital, recursos humanos, aspectos normativos, y conocimiento especializado. Las respuestas a estas preguntas en función del nivel de madurez permitirán analizar los resultados en equipos multidisciplinarios de especialistas y definir los pasos a seguir.
La telemedicina no es algo nuevo y muchos países de la región y el mundo cuentan con iniciativas, destacándose entre las más comunes la tele-radiología, la telepatología, la teledermatología, la telecardiología y telepsiquiatría, entre otras. Sin embargo, la pandemia ha provocado una aceleración en la necesidad de implementar estos servicios virtuales que no siempre cuentan con las leyes y la infraestructura necesarias para su correcta implementación. Y por ello la herramienta desarrollada por la OPS y el BID es clave para que los procesos sean costo-efectivos, seguros y con foco en el paciente.
La elaboración de esta herramienta, que ya está siendo utilizada también en procesos de acreditación en algunos países de la región, forma parte del apoyo a las operaciones de respuesta a la pandemia brindadas por la Organización Panamericana de la Salud y el Banco Interamericano de Desarrollo en salud digital. Se basa en los modelos que distintas instituciones de salud con diferente grado de complejidad han implementado en varios países del mundo.
Publicado en LinkedIn por Myrna Martí
Fuente: OPS