¿Sabías que en los últimos 30 años el problema de la dermatitis atópica ha crecido un 200-300%? Los cambios alimenticios, el aumento de la contaminación o el aumento del ritmo de vida son algunos factores que pueden contribuir a aumentar los casos de dermatitis atópica en adultos, que indirectamente también afecta a nuestros hijos.
La mayoría de los casos en los que un bebé puede desarrollar esta afección de la piel tiene que ver con la genética, aunque hay otras causas como algunas infecciones en la primera infancia (virales, bronquiolitis...), el incremento de alérgenos y polución, factores ambientales, o un mayor uso de jabones y detergentes. En el 50% de los casos empieza en el primer año de vida, pudiendo aparecer entre el tercer y sexto mes.
¿Cómo reconocer la dermatitis atópica?
La piel del bebé es 5 veces más fina que la de un adulto, su tejido graso subcutáneo está estructurado de manera diferente, y su capa córnea es más delgada y contiene menos grasa, lo que debilita las funciones de barrera natural de la piel.
Para que aparezca una dermatitis atópica esta barrera de la piel sufre un desequilibrio, dando como resultado una piel con exceso de sensibilidad ante estímulos que en otras circunstancias serían inofensivos como las influencias ambientales, la sudoración, los estímulos emocionales o las alergias alimentarias. Además, se producen cambios en la estructura de la epidermis provocando una pérdida de agua y dando a la piel un aspecto de sequedad.
Este tipo de piel se caracteriza por la aparición de manchas, piel escamosa, rojeces, descamación y picazón. Aparece principalmente en los lados de la cara y se extiende a puntos flexibles como codos y rodillas. En el caso de los bebés, tan pronto como te das cuenta de estas afecciones en su piel, lo mejor es acudir al especialista enseguida.
Nueva gama Weleda Bebé Derma
Para calmar la dermatitis atópica en los bebés, Weleda ha creado una línea específica para ellos, sin perfume y elaborada solo con ingredientes naturales que aportan hidratación, suavidad, frescor y calma.
Tres pincipios activos:1. Malva blanca bio: con propiedades anti-irritantes. Hidrata y alivia la irritación envolviendo la piel en un manto protector. Ofrece una mayor protección contra estímulos externos, promoviendo el desarrollo de una piel sana.
2. Pensamiento silvestre: Alivia el molesto picor que sufren las pieles atópicas. Calmante, antieczemas y curativa.
3. Aceite de coco bio: Refresca la piel y proporciona un tacto aterciopelado, además aporta un delicado aroma natural a la gama.
La gama está compuesta por:
Crema facial Malva BlancaCuida e hidrata la piel del bebé, protegiéndole el rostro de las agresiones externas. Se extiende fácilmente y es de rápida absorción.
Nutre intensamente y evita la descamación de la piel, calmando las rojeces y el picor y protegiéndola de estímulos externos. Ayuda al correcto desarrollo de las funciones protectoras de la piel. También es apta para adultos.
Precio: 8,90 €/50 ml Leche corporal Malva BlancaHidrata intensamente la piel descamada, calma y alivia el picor causado por las irritaciones y aporta frescor a la piel. Favorece la actividad celular y las funciones naturales de la piel, además, se absorbe fácilmente sin dejar película grasa.
Precio: 15,90 €/200 ml Crema pañal Malva BlancaProtege la piel del culito del bebé contra la irritación y la humedad de forma natural. Calma y regenera la epidermis enrojecida e irritada. El óxido de zinc tiene propiedades aislantes y absorbentes, además aplicado externamente forma una barrera protectora sobre la piel. La cera de abeja refuerza esta acción formando una fina capa protectora que no obstruye los poros.
De venta en farmacias, parafarmacias, herbolarios y tiendas especializadas en productos naturales.
Precio: 9,50 €/50 mlAdemás de tener la piel bien hidratada con productos específicos, ten en cuenta estos cuidados para el cuidado de las pieles atópicas:
- Utiliza ropa de algodón bio o de seda, evitando la lana y los tejidos sintéticos.
- Evitar fricción con la esponja a la hora del baño, mejor lavar suavemente con la mano, utilizando siempre al agua templada y que no dure más de 10 minutos.
- Evitar los cambios de temperatura extremas.
- Busca siempre productos suaves, y evita el uso de perfumes directamente sobre la piel para evitar que se irrite más.