Se ha publicado en diferentes diarios que el Gobierno reformará a fondo la Ley de Memoria Histórica para, entre otros aspectos, declarar la nulidad de las sentencias dictadas por los tribunales de excepción franquistas, y crear una comisión de la verdad. Se ha diseñado una DIRECCION GENERAL DE LA MEMORIA HISTORICA, sigo leyendo.
La leyenda negra de la masonería tiene que ver , en su último periodo, con el franquismo; en ese periodo histórico hemos sido víctimas de normas jurídicas de represión "ad hoc" y de tribunales de excepción.
No es cuestión de hacer procesiones masónicas, ni tampoco es cuestión de salir reiteradamente con las insignias en los medios escritos o audiovisuales.
Es cuestión de hacer un trabajo riguroso desde la sombra y desde la discreción, para reivindicar no solo la memoria, sino para tratar de obtener algo que nos falta , que es una reparación económica como masones.
Parece que habiendo pasado la primera oportunidad con la ley de la memoria histórica, nos viene la segunda oportunidad, y de ser así deberíamos aprovecharla conjuntamente como colectivo .
Otra cosa será las concretas anulaciones de sentencias recaídas sobre cada hermano, y su posible indemnización civil para sus descendientes herederos.
EL GRANDE ORIENTES ESPAÑOL se disolvió en el exilio de México de manera formal. Enviaron sus archivos de vuelta a casa pero hoy están desaparecidos. Nadie puede declararse heredero directo de la masonería perseguida en la época franquista.
Los cuerpos colaterales, básicamente de origen británico, no son herederos de nada , y a salvo la especialidad ritual e histórica, en la tradición masónica española, del SUPREMO CONSEJO DEL GRADO 33 DEL RITO ESCOCES ANTIGUO Y ACEPTADO PARA ESPAÑA, no deberían estar llamados a participar en un hipotético proceso.
Ciertamente que esta aspiración de reconocimiento expreso de la dignidad y la honorabilidad de la masonería española es antigua. Debemos recordar que hubo negociaciones con algún político de primer nivel del Partido Socialista en aquellos momentos, pero no dieron ningún fruto colectivo. Nos quedamos fuera de la Ley, y no recuperamos ni obtuvimos a diferencia de otros organismos políticos o sindicales que habían recibido, un patrimonio compensatorio o una indemnización de grupo. Se nos indicó que deberíamos ir por la vía jurisdiccional ordinaria. Ahora no deberíamos quedarnos atrás. Si efectivamente se produce, como parece, esta nueva oportunidad, deberemos provocarla mediante la actuación de Lobby con los hermanos más válidos y útiles para este proceso.
Pero debemos estar y hacerlo desde la verdad, y desde el trabajo conjunto de todos y todas, para todos, y no solo para una obediencia.
Ninguna obediencia actual es la perseguida por Franco, ni como asociación estructural ni como organización masónica, por lo tanto técnicamente no hay prerrogativas para nadie ni nadie debe irrogárselas , ni ningún Gran Maestro o Gran Maestra hacerse protagonista, ni como persona ni como obediencia.
En realidad el sentimiento de reivindicación es de todas y cada una de las logias, de todos y cada uno de los hermanos, no de un gran maestro o de una determinada obediencia. Todas las obediencias actuales constituyen la herencia de la represión del franquismo sobre la masonería española de la segunda república.
De alguna obediencia masónica española sería posible, teniendo en cuenta su tradición y sus actos, esperar un planteamiento como posición dominante, basada en el concepto de regularidad. Esta posición sería errónea y además no obedecería ni a la historia de la masonería Española, ni a sus orígenes como obediencia, ni a la situación de la II república.
Su fuerte componente británico , organizado de hecho como un grupo homogéneo, ajeno a la tradición masónica histórica española, y su comunicación con cuerpos colaterales carentes de arraigo en la II república es , tal y como está la actual situación disuasorio o al menos limitativo, pues tal parezca que existe una "gran logia " de hecho dentro de otra gran logia de derecho.
Estamos hablando de la masonería española, no de la masonería británica incrustada en la masonería española o incrustada en la sociedad Española en un sistema general de "apartheid" activo o pasivo.
Las cosas pueden cambiar lógicamente y organizarse de otra forma diferente y eses es el camino, pero cuando reclamemos el patrimonio de los masones españoles de la II república reclamamos nuestro patrimonio para la masonería Española, el de nuestros hermanos españoles del siglo XX, para nosotros de forma íntegra e indubitada. No es contraria a la fraternidad esta reflexión ya que estamos encantados con que nos acompañen en nuestro camino los hermanos de otras nacionalidades. En particular y en cuanto a los hermanos británicos en particular no solo encantados sino agradecidos ,pero los masones y masonas represaliados, asesinados fueron españoles, los decretos de represión franquistas fueron contra españoles, es nuestra memoria, es nuestra historia y es nuestra sangre la que ha de ser restaurada y en su caso indemnizada.
La utilización de un nombre como GRANDE ORIENTE ESPAÑOL unido al nombre de otra gran logia, sea cual sea, no aporta nada bueno sino al revés, porque ese nombre viene viciado por tremendas sospechas de intereses económicos profanos y por irradiaciones de los miembros fundadores por parte del grande oriente Español en el exilio.
Es solo un nombre asociativo que no se corresponde con la obediencia masónica GRANDE ORIENTE ESPAÑOL, no aporta legitimación histórica alguna y ni siquiera es el nombre de la asociación , ya que el nombre completo y legal es el de "GRANDE ORIENTE ESPAÑOL MASONERIA ESPAÑOLA SIMBOLICA REGULAR".
La fecha 1.889 , no es cierta ya que la fecha real es 13 de Julio de 1.978. Parece que se omite deliberadamente el nombre completo "grande oriente español Masonería española Simbólica Regular " para crear la apariencia de que se está usando el nombre del GRANDE ORIENTE ESPAÑOL de masones antiguos, libres y aceptados de 1.889, cuando nada tiene que ver con él, ni con masones, ni con antiguos ni con aceptados.
En realidad y paradójicamente, la legitimidad masónica del exilio español viene por Francisco Espinar Lafuente último GRAN MAESTRE del GRANDE ORIENTE ESPAÑOL nombrado por el exilio, ante los problemas surgidos con otros hermanos que fueron irradiados, precisamente los que formaron la Asociación "GRANDE ORIENTE ESPAÑOL MASONERIA ESPAÑOLA SIMBOLICA REGULAR".
Francisco Espinar Lafuente se integra en la GRAN LOGIA DE ESPAÑA, y desde el punto de vista de legitimidad masónica como obediencia, la GRAN LOGIA DE ESPAÑA no necesitaría utilizar un nombre manchado, de una asociación vacía, casi un fraude de ley en sentido jurídico del término, y del que ni siquiera el actual Gran Maestro de la GLE es su actual gran maestro. Se está distorsionando deliberadamente la historia en búsqueda de una apariencia ficticia e innecesaria en vía de la esperanza de reclamar algún día un patrimonio y nuevamente trasmitimos una imagen que es una "pompa de Jabón" en la que estamos instalados y que los grandes Maestros están obligados a hacer estallar. No es la apariencia internacional lo que importa, sino una masonería española real y veraz. Si no tenemos esto , lo otro no vale para las logias ni para los aprendices.
La tradición del GOE, es francesa, no inglesa, la tradición de la masonería española es francesa y no inglesa, la génesis de la GLE es francesa y no inglesa, hablar en términos de regularidad anglosajona no es lo más adecuado para plantear en exclusividad una hipotética reclamación patrimonial por la II república y la represión franquista.
Los Grandes Maestros y Grandes Maestras de las obediencias masónicas, masculinas femeninas y mixtas españolas deben trabajar en este momento juntos y unidos, para hacer lo que tienen que hacer y terminar y honrar la memoria de la masonería de España y de los masones y masonas españolas.
Otra cosa sonaría a medallas profanas que alguien se podría querer colgar y no estamos aquí para esto.
Es pues ahora responsabilidad de todos aprovechar o forzar esta oportunidad, juntos y unidos.