Revista Belleza
Hace unas semanas se presentó la nueva Philips Lumea Prestige. Yo venía usando la Lumea anterior y tuve muy buenos resultados (pueden leer este post), pero ahora me dieron esta nueva para probar y contarles las novedades.
Si bien ya lo expliqué en otros posts, Lumea es un aparato de depilación por luz pulsada, o sea que la esa luz se transforma en calor y destruye la raíz del pelo y evita el crecimiento. Con este tipo de depilación se puede pasar hasta 6 meses de piel sin vello.
Además de cambios en el diseño, la Lumea Prestige también trae un sensor Smart Skin, que detecta el tono de piel de cada usuaria y la intensidad de luz que le corresponde (porque no todas necesitan lo mismo, pueden leerlo acá).
Para usarlo, solo hay que prender el aparato, colocarlo sobre la zona del cuerpo que se va a tratar y presionar el botón con la lupa. Las luces del 1 al 5 se van a prender y apagar hasta que la Lumea Prestige analiza el nivel necesario. Una vez que empieza a titilar uno de los números, se aprieta el botón con la V y ya podemos comenzar a pasar la depiladora.
Con la versión anterior, cada una tenía que colocar el nivel que le parecía que podía ir (yo siempre elegía el más alto, 5). Ahora no. Este nuevo sensor aumenta la seguridad del aparato... y ahora tengo que usar nivel 4.
La otra novedad es el cambio de los cabezales. Al igual que en la versión anterior, hay cabezales para el cuerpo, las axilas, el rostro (con un filtro UV para mayor seguridad) y otro para el cavado, con diferentes tamaños de ventanas. La diferencia con este modelo es que dichos cabezales tienen una forma que se adapta mejor a la zona del cuerpo. Así, el cabezal de axilas tiene una curvatura especial para esa zona y el del cavado también. Con el modelo anterior tenías que poner el aparato de diferentes formas hasta conseguir que todas las pestañas de seguridad estuvieran presionadas.
Los cabezales tienen un sensor que evita que la luz se escape por los costados. Y ya no tienen las teclas de seguridad de la versión anterior.
Esta vez, la Lumea puede usarse con o sin cable.
Lo que sigue igual es el rango de longitud de onda, similar a la de los aparatos Soprano. También tiene la misma cantidad de disparos que permiten que dure hasta 20 años sin necesidad de cambiar de aparato (es por eso no que no tiene repuestos). Lo que la diferencia de los láseres de los centros de depilación es que tiene una energía (afluencia) más baja y la repetición de los pulsos es más separado. Mientras en Lumea tardan 3 segundos, el tiempo en los láseres es 1 por segundo. Así, no hay riesgo de quemar la piel.
Dato que nos pasaron en la presentación: la luz es antiinflamatoria, así que es beneficiosa para la calidad de la piel. Evita los pelos encarnados, mejora la suavidad y rejuvenece. Es si, hay que evitar pasarlo sobre los granos o manchas muy oscuras de la piel. La dermatóloga de la marca nos recomendó "pintar" las manchas con un lápiz blanco antes de pasar el aparato.
A pesar de estas novedades, los resultados los conseguí con la versión anterior, así que, si bien están geniales, cualquier modelo de IPL sirve.
Pueden leer más posts sobre Lumea en este link.
Y en este otro tienen el post sobre como me resultó.
¿Alguien probó este tipo de depilación?