Horacio Rodriguez Larreta y agentes con los futuros
uniformes en la presentación de la nueva
Policía de la Ciudad de Buenos Aires
Ese bisturí grueso que deberá aplicar el ministro de Seguridad y Justicia, Martín Ocampo, es solo parte
de la reforma que contiene el proyecto de ley de Seguridad Pública que Horacio Rodriguez Larreta buscará aprobar antes de fin de año.
La unificación significa también un cambio en
las jerarquías, más instrucción para los futuros agentes y menos trabajo administrativo.
La conducción, por parte de civiles aún no está digerida por los uniformados de la Federal, que reclaman inclusive, traslados a sus provincias, mantener la obra social y equiparación o mejora salarial.
R.Larreta cuenta con fondos suficientes para todo eso: destinará $29 mil millones para Seguridad en 2017, si la Legislatura porteña le aprueba el proyecto de Presupuesto. Por ahora, para sancionar la ley marco de Seguridad que incluye hasta el departamento de Bomberos y la Policía de tránsito.
En la presentación de las Policía de la Ciudad de Buenos Aires, que tendrá además nueva estética con uniformes bordó combinados con turquesa, el jefe de gobierno dijo que que la fusión es una “transformación histórica” en materia de seguridad y que “hoy la gente está preocupada por la seguridad y es una demanda, pero estamos convencidos de dar los pasos correctos para trabajar para que la gente esté más segura, tranquila y se sienta acompañada, cuidada y con confianza en su Policía y su fuerza de seguridad, y estén orgullosos”.
La equiparación de las fuerzas incluye entrenamientos a los agentes transferidos a la Ciudad, de los cuales ya pasaron más de 3 mil en lo que va del año.
Con respecto al equipamiento, se explicó que fueron comprados 300 patrulleros y 40 pickups, todos blindados y equipados con alta tecnología, además de la incorporación de 300 motos, 60 cuatriciclos y 40 autos eléctricos y se aprobó la compra de 20.000 chalecos antibalas, nuevas armas reglamentarias y uniformes para toda la fuerza.
El Gobierno porteño explicó que "con el objetivo de contar con una fuerza presente, de cercanía y con conocimiento de cada barrio, ya se inició el proceso para reemplazar a los policías que hacen tareas administrativas en las comisarías con civiles entrenados para esos fines". Ese reemplazo ya destinó 120 civiles que desempeñarán tareas administrativas para que los uniformados cumplan tareas en la calle.