Los aledaños de la Delegación Territorial de la Consejería de Salud y Bienestar Social, en la avenida de Luis Montoto de Sevilla capital, ha sido este martes el escenario de una nueva protesta en defensa de la residencia pública para grandes dependientes de Montequinto, ubicada en Dos Hermanas (Sevilla).
El cierre de la residencia pública de grandes dependientes de Montequinto, programado por la Junta de Andalucía dentro de una reorganización de sus servicios que contemplaba la construcción de un nuevo centro que sustituyese al de Montequinto, planea desde hace años sobre esta instalación, extremo que desde un principio despertó un fuerte debate en Dos Hermanas. Allí, los colectivos sociales avisan de que la Administración andaluza insiste en cerrar las instalaciones pese a que las mismas sólo necesitarían actuaciones de conservación y mejora y pese a no prosperar el proyecto construcción de un nuevo centro que sustituya al actual.
Las instalaciones tienen capacidad para 270 personas pero sólo están ocupadas unas 140 o 150 plazas, toda vez que el número de trabajadores ronda los 240. Si bien el conflicto arrastra ya varios años de historia, la Administración andaluza anunció hace meses que todas las personas mayores de la residencia serían “trasladadas” a otros centros de manera “provisional” para acometer obras de conservación en las instalaciones, extremo que los afectados asocian con un cierre encubierto de las instalaciones.
De cualquier modo, y como ha explicado a Europa Press Antonio Pérez, miembro de la asamblea del 15M de Montequinto, pasan los meses sin que pese una verdadera solución sobre la mesa, pues como bien explica, ahora las administraciones sopesarían trasladar a los pacientes hasta una residencia construida por el Ayuntamiento de Dos Hermanas y cedida a la Junta de Andalucía, aunque estas instalaciones no contarían con el equipamiento y las características necesarias para atender a los grandes dependientes, según Pérez.
En la concentración celebrada este martes, una más de las muchas que han desarrollado los colectivos sociales de Montequinto, han expuesto el caso de Juan Manuel Martín, quien “en 2005 intentó que su madre, que tiene ya 81 años y como gran dependiente necesita cuidados las 24 horas del día, entrase en la residencia, pero le dieron plaza en Huércal-Overa (Almería) pese a tratarse de una familia que vive aquí en Montequinto”.
Ante esta tesitura, y según Pérez, la familia optó por llevar a la anciana a “una residencia privada” cercana al domicilio familiar, pero ahora el drama del desempleo ha caído sobre esta familia y “siguen sin poder meterla en la residencia de Montequinto pese a que cuenta con unas 110 plazas libres”. “Esta familia está desesperada”, ha lamentado.