Regreso a escena tras unos días en el camerino y en los que no he pisado un patio de butacas (con una excepción: he visto «Otelo», de Shakespeare, en el teatro Bellas Artes). Como siempre por estas fechas, el horizonte se llena de propuestas -alguna de ella muy atractiva-, que voy a desgranar en estas líneas de la manera más exhaustiva posible (algo se me pasará por alto y pido disculpas anticipadas por ello); en esta primera entrega hablaré de las novedades de la cartelera «comercial» y pública.
Los más madrugadores ya están en escena; además del «Otelo» mencionado (dirigido por Eduardo Vasco) han vuelto a la cartelera madrileña «Feelgood» (Infanta Isabel), una feroz sátira política de Alistair Beaton; y «Hay que deshacer la casa», versión masculina de la comedia de Sebastián Junyent, interpretada por Andoni Ferreño y Ramón Langa. Y antes de que concluya el mes de agosto se estrenará «Jugadores», de Pau Miró (Canal), con un estimulante reparto: Miguel Rellán, Luis Bermejo, Jesús Castejón y Ginés García Millán, dirigidos por el propio autor. Y vuelven a escena «Toc Toc» (¡sexta temporada!), de Laurent Bafie (Príncipe-Gran Vía), y el espectáculo «Sorolla», del Ballet Nacional de España (Canal); de ambas hablé en su día en este blog. Siguen en el Lara «Burundanga», «Agonía y éxtasis de Steve Jobs», «Pequeños dramas sobre arena azul» y «Los miércoles no existen», y regresan «La llamada», «Confesiones a Alá» y «Ejecución hipotecaria».
Hay, en este arranque de temporada (insisto: me refiero a septiembre) otros regresos: «La cena de los idiotas», un éxito imperecedero que, de la mano de Josema Yuste, se alojará en La Latina; «Una boda feliz», una comedia de los franceses Gérard Bitton y Michel Munz, que se muda al Reina Victoria; «El cavernícola», el hilarante monólogo de Rob Becker que defiende Nancho Novo desde hace también seis temporadas. «True west», una obra de Sam Shepard dirigida por José Carlos Plaza, inaugura la Sala Negra de los teatros del Canal; y «Los nadadores nocturnos» (en la imagen junto a estas líneas), una obra de José Manuel Mora dirigida por Carlota Ferrer, se queda en el Matadero, tras su éxito en el Fringe.
De los estrenos en el teatro privado, llama la atención en primer lugar «El largo viaje del día hacia la noche» (Marquina). Se trata de una de las piezas clave del teatro contemporáneo y la obra maestra de su autor, Eugene O'Neill; la dirige Juan José Afonso, sobre una versión de Borja Ortiz de Gondra, y el reparto está encabezado por dos auténticos pesos pesados de nuestra escena: Vicky Peña y Mario Gas. Les acompañan Alberto Iglesias, Juan Díaz y Mamen Camacho.
También destaca la nueva producción de Arturo Fernández, que después de dar un insospechado giro con su trabajo junto a Albert Boadella, sigue con las novedades. «Enfrentados» (Amaya), una adaptación de la obra «Mass Apeal», de Bill C. Davis, estrenada en 1981 en Nueva York. En ella, Arturo Fernández cambia la corbata y el pañuelo de seda por el alzacuellos, ya que interpreta a un cura muy popular entre sus feligreses. También cambia a su habítual acompañante femenina por el actor David Boceta, criado en la Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico.
Otro esperado estreno es «El hijo de la novia», una adaptación de la célebre película de Juan José Campanella, con guión suyo y de Fernando Castets. Garbi Losada y José A. Victoria firman la versión, y la primera dirige el espectáculo, que reúne un prometedor reparto, con dos ilustre veteranos al frente: Tina Sáinz y Álvaro de Luna. Les acompañan Juanjo Artero, Mikel Laskurain y Sara Cozar.
Carlos Sobera vuelve al escenario con «El ministro», una obra de Antonio Prieto que ganó el premio Agustín González de teatro. La comedia la dirige Silvestre G. y acompañan a Sobera Javier Antón, Marta Torné y Guillermo Ortega. El teatro Arlequín, por su parte, presenta «Love Room», una comedia escrita y dirigida por Tirso Calero, que interpretan Guillermo Ortega y Lena Fernández.
Y hay varios estrenos en el cada día más activo (y acaparador) teatro Lara: «Smiley», una obra escrita y dirigida por Guillem Cluá, que obtuvo un gran éxito en su estreno en Barcelona; la interpretan Ramón Pujol y Aitor Merino; «Como si pasara un tren», de Lorena Román, dirección de Adriana Roffi e interpretación de María Morales, Marina Salas y Carlos Guerrero; «Trampa para pájaros», de José Luis Alonso de Santos, con José Antonio Turégano, Cris Martínez y Juan Luis Magallares, que dirige la función; «Un balcón con vistas», con texto y dirección de Laura Molpeceres, y un reparto que integran Rubén Martínez, Maggie Civantos, Esther Rivas, David Tortosa, Rikar Gil y Cristina Soria; «El disco de cristal», una obra escrita y diriga por Secun de la Rosa, que interpreta él mismo junto a Ana Hurtado y Xavi Melero; y «Es lunes», con texto y dirección de Almudena Ramírez-Pantanella, que interpretan Sara Martín y Darío Paso.
En el apartado del teatro público, empezamos con el Centro Dramático Nacional. El María Guerrero arranca con el ciclo Una mirada al mundo, y en septiembre presenta dos atractivas propuestas: «La sangre de Antígona», una obra de José Bergamín que nos llega en una producción mexicana dirigida por el español Ignacio García; y «Medida por medida», de Shakespeare, dirigida por el brillante Declan Donnellan a los actores del Teatro Pushkin de Moscú. El Valle-Inclán, por su parte, inicia la temporada con el festival Titerescena, que se prolongará durante toda el curso. Los primeros espectáculos son «Ulises» y «Hay un gallo en mi tejado».
La Compañía Nacional de Teatro Clásico (que este año es de esperar que regrese al teatro de la Comedia, su hogar) presenta, todavía en el Pavón, «Donde hay agravios no hay celos», presentada el mes pasado en Almagro. Obra de Francisco Rojas Zorrilla (con adaptación de Fernando Sansegundo), Helena Pimenta ha creado un brillantísimo y extraordinario espectáculo con actores habituales de la compañía -Rafa Castejón, Marta Poveda, Fernando Sansegundo, David Lorente y Óscar Zafra-, a los que se suman otros nuevos -Jesús Noguero, Clara Sanchis y Natalia Millán-.
El Teatro Español estrena director (Juan Carlos Pérez de la Fuente), pero la programación hasta final de año la firma su antecesor, Natalio Grueso. Se abre la temporada con «El loco de los balcones», una obra de Mario Vargas Llosa (incluida dentro de la «integral» del teatro del premio Nobel). La dirige Gustavo Tambascio e incluye un magnífico reparto que encabeza José Sacristán, a quien acompañan Juan Antonio Lumbreras, Carlos Serrano, Emilio Gavira, Alberto Frías, Javier Godino, Fernando Soto y Candela Serrat. En la Sala Pequeña, Lolita Flores interpretará «La plaza del diamante», basado en la novela de Mercè Rodoreda, dirigida por Joan Ollé.
«Calígula», el impresionante texto de Albert Camus, abre el curso del teatro Fernán Gómez. El veterano Joaquín Vida dirige a Javier Collado, Alejandra Torray, José Hervás, Fernando Conde, Héctor Melgares, Antonio Gálvez, César Sánchez, Ángel García Suárez, Xabier Olza y Virginia Pascual. En el mismo escenario se presentará el thriller musical «Excítame», de Stephen Dolginoff y dramaturgia de Pedro Víllora y Alejandro de los Santos, bajo la dirección de José Luis Sixto, con Alejando de los Santos, David Tortosa y Marc Parejo en el reparto. Y también se verá «Hagamos lo que hagamos», escrita por el actor Paco Racionero, que integra el reparto junto a Claudia Gravi y Juan José Valverde. Dirige Claraval.
La Abadía presenta dos títulos en este arranque de temporada: «Mi gran obra», escrita, dirigida e interpretada por David Espinosa; y «Petit Pierre», de Suzanne Lebeau, con dirección de Carles Alfaro, y un reparto que componen Adriana Ozores y Jaume Policarpo.
Y, además del Ballet Nacional de España, hay en septiembre más espectáculos de danza: «Los siete de Rafa Méndez» y «Tap Factory» (Nuevo Apolo), «El sur» (Canal), y el ciclo «Andanzas» (Galileo).
Hasta aquí esta primera y prolija toma del arranque del nuevo curso teatral. Como se decía antes, sigan atentos a sus pantallas. Seguiremos informando. Y, sobre todo, id al teatro. Tenéis donde elegir.