Acabó la Navidad y muchos se preguntan: ¿qué hago con el árbol? Si es de plástico la solución es fácil: volverlo a guardar en su caja y dejarlo en el trastero o altillo hasta el próximo año. Si, en cambio, el árbol es natural, la cosa cambia.
La mayoría de personas que tienen árboles naturales tiene que cargarlos y llevarlos a los puntos de recogida de su ciudad. Visto de este modo, no deja de ser un acto rutinario, aburrido, sin valor añadido. La situación cambia, por ejemplo, en Nueva York, dónde deshacerse del árbol de Navidad es toda una fiesta.
Este fin de semana Nueva York celebra su Fiesta de la madera. Todo aquel que lo desee podrá acudir con su pino navideño para reciclarlo y volver a casa con una bolsa de viruta para el jardín. Esa viruta que uno puede llevarse a casa se utiliza para proteger la tierra de los jardines pero si no tienes jardín o no la utilizas puedo dejarlo allí y se utilizará como abono fertilizante para las zonas verdes de la ciudad.
La Fiesta de la madera se lleva celebrando en varios parques y jardines de Nueva York desde hace años, es una tradición ecológica ya bastante arraigada. En la última edición se calcula que se reciclaron 24.000 pinos.