Revista Sociedad
Este curso social y político que ahora comienza nos muestra la realidad de viejos problemas que ya estaban ahí, aunque no nos diéramos cuenta. Son momentos de responsabilidad, de arrimar el hombro en la búsqueda de objetivos comunes. No parece que ese sea el camino de Pedro Sánchez que muestra cada día una absoluta carencia de ideas y proyectos, refugiado en el NO a lo que sea. El socialismo español se merece algo mejor. En la actualidad, los españoles tenemos pocas posibilidades de elegir y controlar a nuestros políticos. La lista de cargos políticos y sociales que no podemos elegir es muy extensa; sin embargo, lo poco que nos dejan y con listas cerradas y bloqueadas es muy escaso: diputados al Congreso, senadores, diputados autonómicos y concejales. Naturalmente, a nuestra justificada queja, Sánchez monta una gigantesca campaña de oposición, porque hemos tenido la osadía de pedir que se despoliticen los ayuntamientos, que los enfrentamientos políticos a cara de perro, se dejen para otros foros, que el alcalde no esté todos los días mirando el carnet de su partido en vez de compartir ideas y sugerencias con los ciudadanos, sean del partido que sean. Que unos concejales, de servidores públicos, se hayan transmutado en comisarios políticos es una mala noticia. Veo a Mariano Rajoy como un buen presidente, trabajador y honesto y tengo derecho a decirlo. Tenemos un nuevo rey, Felipe VI. Le deseo que reine con justicia y acierte en sus decisiones. Ante la aparición de nuevas ofertas políticas, hay que pedirles que sean sinceros y nos digan para qué quieren nuestro apoyo y que soluciones darán a nuestras inquietudes. Queremos separar el grano de la paja. Sin engaños. Tiempo habrá para ir desarrollando los temas que a todos nos inquietan. Cataluña se encuentra en una difícil encrucijada. Como españoles que son, tienen todo mi apoyo y solidaridad, pero ese es otro tema que trataremos más ampliamente las próximas semanas. A mis lectores, muchas gracias por su confianza y les pido que disculpen mis muchas faltas.