Nuevas demandas, nuevo escenario

La vieja política ha muerto. Si atendemos a los estudios demoscópicos publicados recientemente; la máxima toma más relevancia que nunca. Algo cambió en los comicios europeos de 2014, en los que por primera vez, PP y PSOE no llegaron al 50 por ciento de los votos emitidos.

Precisamente, los partidos comúnmente denominados como “tradicionales” quedaron noqueados y desorientados ante unos resultados, que a mi parecer, ni de lejos esperaban. El empuje de formaciones como Podemos o Ciudadanos no era tal en las encuestas, pero sí lo fue en las urnas. ¡Algo comenzaba a moverse!

No son extrapolables los datos de unos comicios europeos a unas elecciones municipales o autonómicas, pero si se tienen en cuenta los sondeos, de momento éstos partidos han llegado para quedarse. Si las encuestas no fallan (que en muchas ocasiones lo han hecho), Ciudadanos y Podemos serán determinantes tras las elecciones de este domingo en Andalucía.

¡Pero ojo! Hay que tener en cuenta que en la comunidad más grande de España las sorpresas están a la orden del día, como ocurrió en los anteriores comicios. Las encuestas reflejaban entonces, una victoria abrumadora del “eterno candidato”, que contra todo pronóstico no pudo abrir la pancarta en la que rezaba “Arenas, Presidente”. El Partido Popular ganó las elecciones pero no gobernó gracias al pacto entre PSOE e IU.

Los socialistas disponen de su mejor caladero de votos en Andalucía. Prueba de ello es que pese a los casos de corrupción, el adelanto electoral y la situación económica, con una tasa de paro superior al 30 por ciento, seguirán siendo la lista más votada el domingo. (Al menos eso dicen las encuestas).

Pero el escenario cambia. En primer lugar será curioso comprobar si Ciudadanos “se ha comido” a UPyD. El personalismo de Rosa Díez perjudica notablemente a una formación que si bien abrió el debate aplazado por los grandes, no ha sabido canalizar el descontento, como parece ser lo está haciendo Ciudadanos, no sólo en Andalucía sino en toda España. Con un discurso de centro-derecha moderno, un líder joven y propuestas acordes a los problemas existentes, la formación ha subido puntos y falta por comprobar si realmente junto con Podemos, ha roto el tradicional bipartidismo existente en España.

Si Ciudadanos se ha comido a UPyD, Podemos ha hecho lo propio con Izquierda Unida. Antes de la aparición de la formación liderada por Pablo Iglesias, las encuestas otorgaban a IU un resultado “muy optimista”, que ahora no lo es tanto.

Las elecciones en Andalucía serán un laboratorio, en el que creo, que las formaciones, tampoco se mojarán mucho para no perjudicarse de cara a futuros comicios. Y es que ¿cómo entendería el votante de Ciudadanos un posible pacto con el PSOE? ¿Pactaría Podemos con la casta?

El adelanto electoral está justificado en Andalucía, si se entiende como un impulso para el PSOE. Y es que pese a arriesgarse a tener que pactar o gobernar en solitario, el poder ganar unos comicios refuerza, sin duda, la marca, tan denostada últimamente.

Pese a todo, la aritmética electoral está a expensas del votante, que también es ciudadano y que sin duda debe tener en cuenta la importancia de ejercer un derecho que rige nuestros destinos. Y es que tenemos que recordar que “la democracia necesita una virtud: la confianza”.