Revista Cultura y Ocio
Los nuevos tiempos recortan y extienden a la vez nuevas formas de amar. La búsqueda es un viejo interés consustancial a la explosión de hormonas juveniles y a la desesperada conclusión de mentes moribundas. Primero arden los genitales, luego la desbastada conciencia al borde del colapso. Envejecer es una transición que va del vientre febril a la calma de la idea. Buscamos a los demás para encontrarnos a nosotros mismos. Jugar a querer es una forma de matar el aburrimiento, de dar sentido al vivir. Antes nos buscábamos en la calle, ahora en las redes sociales. Lo bueno es que nos permite cargar de ideales al objeto. Lo malo es que la falta de presencia nos hurta de la expresión no verbal, básica para no confundir dulces con hiel. De todos modos, no encuentra quien no arriesga.
Los nuevos tiempos traen nuevas formas. De amor y de odio. Que cada cual elija.