Una investigación, de científicos
de Rockefeller publicada en la revista Proceedings
of the National Academy of Sciences, muestra que los medicamento que actúa
sobre las vías celulares del colesterol, pueden ser objetivos fructíferos para
el tratamiento del glioma pontino intrínseco difuso, o DIPG, una variedad de
cáncer cerebral. Los tumores DIPG se encuentran en la protuberancia, una
estructura altamente sensible que conecta el cerebro con la médula espinal. La
extirpación quirúrgica de los tumores es efectivamente imposible ya que presenta
el riesgo de daño cerebral fatal. Y aunque la radiación se puede usar para
reducir los síntomas temporalmente, el cáncer crece inevitablemente, con una
tasa de supervivencia promedio de menos de un año. El equipo demostró que un
compuesto conocido como MI-2 detiene el crecimiento del tumor en ratones con
DIPG. El fármaco ya estaba en el radar de los científicos para el tratamiento
de la leucemia al interactuar con la menina, una proteína que regula la
expresión de genes. Cuando los investigadores eliminaron genéticamente la
menina de las células del glioma, esas células permanecieron sensibles al MI-2,
lo que indica que el compuesto ejerció sus efectos a través de una vía distinta
de la observada en la leucemia. Luego, los científicos descubrieron que las
células DIPG expuestas al MI-2 no podían mantener niveles saludables de
colesterol y murieron rápidamente; pero las células podrían ser rescatadas con
una dosis de colesterol suplementario, lo que sugiere que, en el caso del
glioma, el MI-2 funciona agotando el nutriente. Finalmente, los investigadores
descubrieron que el MI-2 inhibe directamente la lanosterol sintasa, una enzima
involucrada en la producción de colesterol. Los investigadores también
encontraron que el MI-2 destruye las células del glioma, y no daña las células
cerebrales normales. Este estudio contribuye a un creciente cuerpo de
investigación que apunta a la interferencia del colesterol como una nueva forma
prometedora de tratar el cáncer. En el futuro, se esperan desarrollar
compuestos que estén optimizados para atacar el cáncer cerebral. Como punto de
partida, están estudiando una serie de compuestos para reducir el colesterol
que ya están en el mercado.
Revista Salud y Bienestar
Una investigación, de científicos
de Rockefeller publicada en la revista Proceedings
of the National Academy of Sciences, muestra que los medicamento que actúa
sobre las vías celulares del colesterol, pueden ser objetivos fructíferos para
el tratamiento del glioma pontino intrínseco difuso, o DIPG, una variedad de
cáncer cerebral. Los tumores DIPG se encuentran en la protuberancia, una
estructura altamente sensible que conecta el cerebro con la médula espinal. La
extirpación quirúrgica de los tumores es efectivamente imposible ya que presenta
el riesgo de daño cerebral fatal. Y aunque la radiación se puede usar para
reducir los síntomas temporalmente, el cáncer crece inevitablemente, con una
tasa de supervivencia promedio de menos de un año. El equipo demostró que un
compuesto conocido como MI-2 detiene el crecimiento del tumor en ratones con
DIPG. El fármaco ya estaba en el radar de los científicos para el tratamiento
de la leucemia al interactuar con la menina, una proteína que regula la
expresión de genes. Cuando los investigadores eliminaron genéticamente la
menina de las células del glioma, esas células permanecieron sensibles al MI-2,
lo que indica que el compuesto ejerció sus efectos a través de una vía distinta
de la observada en la leucemia. Luego, los científicos descubrieron que las
células DIPG expuestas al MI-2 no podían mantener niveles saludables de
colesterol y murieron rápidamente; pero las células podrían ser rescatadas con
una dosis de colesterol suplementario, lo que sugiere que, en el caso del
glioma, el MI-2 funciona agotando el nutriente. Finalmente, los investigadores
descubrieron que el MI-2 inhibe directamente la lanosterol sintasa, una enzima
involucrada en la producción de colesterol. Los investigadores también
encontraron que el MI-2 destruye las células del glioma, y no daña las células
cerebrales normales. Este estudio contribuye a un creciente cuerpo de
investigación que apunta a la interferencia del colesterol como una nueva forma
prometedora de tratar el cáncer. En el futuro, se esperan desarrollar
compuestos que estén optimizados para atacar el cáncer cerebral. Como punto de
partida, están estudiando una serie de compuestos para reducir el colesterol
que ya están en el mercado.
