El 1 de enero de 2015 entró en vigencia la Reforma Fiscal española que modifica diferentes impuestos, entre ellos: Impuestos sobre la Renta (IRPF), sobre sociedades (IS) y el Impuesto al Valor Agregado (IVA). Estos cambios afectarán a las nuevas startups y también a compañías y empresas que estén trabajando en el mercado español.
La reforma responde a la idea del gobierno de un cambio global en el sistema tributario español. Se preveía modificar algunas figuras fiscales, como el impuesto a las sucesiones, pero finalmente el cambio terminó siendo acotado ya que Hacienda constató que con la crisis actual es muy difícil reformar el sistema de financiación automática del estado.
Fuente: Radioamlo
Nuevas startups ante los cambios fiscales
Los nuevos cambios en los impuestos comienzan con una rebaja en los tipos y tramos del Impuesto sobre la Renta. Esto mejorará el sueldo de muchos trabajadores ya que se reducen las retenciones sobre nóminas. Otras medidas son negativas para los contribuyentes y para los empleadores de nuevas startups ya que se limitan los gastos financieros.
Otro apartado que podría generar controversia en la actual política de desarrollo de startups y proyectos de emprendedores es la indemnización por despido. El mínimo exento de tributación será de 180.000 euros. Originalmente se quería dejar la cifra del mínimo exento en 2000 euros pero la cifra fue muy discutida.
El IVA no modifica sus cifras, pero sigue siendo uno de los puntos débiles de España, muy por encima con su porcentaje de 21% con otros países europeos como Alemania. De todas formas las nuevas startups podrían verse beneficiadas en caso de que se conserven las nuevas tasas porque ofrecen una rebaja importante en impuestos que anteriormente creaban una carga notable sobre los usuarios.
Parece que tanto PYMES como startups tendrán un año con diferentes incentivos en España, buscando reactivar definitivamente la economía.