Revista Comunicación

Nueve años de consultoría artesana

Publicado el 31 diciembre 2020 por Jmbolivar @jmbolivar

2020 termina y llega el momento de hacer balance tras nueve años de tránsito por la consultoría artesana (donde, paradójicamente, no todo es consultoría, aunque sí artesana).

No creo que este haya sido un año fácil para nadie.

Para mí, ha sido un año marcado por situaciones complejas, incertidumbres, temores, decisiones difíciles y algunas decepciones.

Aun así, mi balance global es enormemente positivo.

Empezando por lo más sencillo —mis hábitos saludables—, ha habido más avances que retrocesos y esto, en un año así, ya es un logro.

Por ejemplo, lectura y horas de sueño eran dos áreas en las que quería mejorar y lo he conseguido.

En salud el resultado ha sido menos regular. Aunque he mejorado en actividad física, he empeorado ligeramente en peso.

El confinamiento alteró la tendencia y luego no he logrado estabilizar las fluctuaciones, así que en 2021 quiero recuperar la buena tendencia de 2019.

Y entonces llegó la COVID-19

2020 prometía ser un año fantástico en lo profesional.

Íbamos a lanzar la versión 4 del curso de formación GTD® oficial de Nivel 1 y también a empezar nuestra actividad en LATAM.

En el balance del año pasado incluso afirmaba que «con toda seguridad» íbamos a lanzar también el Nivel 2 de la formación GTD® oficial en el primer semestre de 2020. ¿Alguien dijo sobreplanificar?

Porque llegó la COVID-19 y lo cambió todo.

Si quieres los detalles del impacto que la nueva situación tuvo sobre OPTIMA LAB, los tienes aquí.

He aprovechado para hacer mucha introspección y autocrítica estos meses, buscando separar con claridad cuánto ha tenido que ver con mi zona de influencia y cuánto con la COVID-19.

Y me gustaría compartir contigo dónde me ha llevado todo este proceso de análisis y reflexión.

Lo que no te mata te hace más fuerte

Una de las conclusiones a las que he llegado es que he sido yo —y no la COVID-19— la causa raíz de todo.

Por razones que me ha llevado tiempo descubrir y entender, algunas decisiones que he ido tomando sobre OPTIMA LAB desde sus orígenes —además de desacertadas— han sido profundamente incoherentes con mis valores y principios.

Decisiones que habría criticado duramente de haber sido tomadas por otra persona y que, además, no me imagino a mí mismo tomando en ninguna etapa anterior de mi carrera profesional.

Así que la crisis sanitaria simplemente ha acelerado y provocado una serie de cambios que —debido a mis errores previos— habrían tenido lugar de todas formas antes o después.

En ese sentido, la situación generada por la COVID-19 ha sido un refrescante y saludable bofetón de realidad —muy a tiempo— que me ha aportado un aprendizaje de valor incalculable.

Un compromiso con la excelencia

Una de mis convicciones es «si vas a hacer algo, lo que sea, hazlo bien». Como ves, soy un convencido de la excelencia.

Lamentablemente, el de la excelencia es un camino poco transitado en el mundo profesional. Obviar esta evidencia ha sido uno de mis grandes errores.

Cada persona tiene sus propios valores y la excelencia no tiene por qué ser necesariamente uno de ellos.

Sin embargo, OPTIMA LAB es un proyecto que yo —como impulsor del mismo— sólo puedo imaginar desde la excelencia.

Y la excelencia es un hábito. O lo tienes o no lo tienes y, si no lo tienes, es imposible que tu trabajo sea excelente.

Por otra parte, puedes no tener el hábito de la excelencia y querer desarrollarlo, o te puede dar igual.

Como yo lo entiendo, si no tienes el hábito de la excelencia ni el compromiso de desarrollarlo, en OPTIMA LAB no sólo estás fuera de lugar sino que, además, sufrirás mucho y nunca llegarás a encajar del todo. Ya ha pasado.

Ganando claridad de ideas

Ganar claridad sobre los errores permite tomar decisiones para evitar repetirlos.

Una de estas decisiones ha sido cambiar por completo los estándares y el proceso de incorporación a la red. Porque nuestra intención es que OPTIMA LAB siga creciendo —contenidamente— como red (y en ello estamos).

Tengo claro que necesitamos más rigor con los perfiles que incorporamos, por mucho que nos cueste y aunque pueda ralentizar el crecimiento de la red.

En HP aprendí que son las personas quienes marcan la diferencia en los resultados, algo que siempre he tenido en cuenta y aplicado en mi carrera profesional anterior.

Mirándolo en perspectiva, no entiendo cómo he podido estar ignorando algo tan crítico todos estos años y no darme cuenta de ello.

En el proyecto OPTIMA LAB sólo cabe un perfil muy específico: personas con gran claridad de ideas, comprometidas con un propósito muy concreto y que, como los P. Tinto, lleven siempre consigo su propia energía.

La razón de ser de este perfil es que OPTIMA LAB es un proyecto tremendamente exigente, sin espacio para compromisos de atrezzo, egos dañados o actitudes Little Pony.

Si tu autoestima es baja, tu resiliencia escasa o necesitas que te motiven para hacer tu trabajo, hay otros miles de sitios mejores que esta red para desarrollar tu proyecto profesional.

Money, money, money

En el aspecto económico, como ya adelantaba, el varapalo inicial de la COVID-19 sobre OPTIMA LAB fue descomunal.

Y podría haber sido mucho peor porque, cuando llegó la pandemia, la mayoría de nuestros servicios eran presenciales.

Pero reaccionamos ágilmente, desarrollando las versiones virtuales de nuestros servicios en tiempo récord y con la calidad de siempre.

Así que un año que podría haber sido desastroso ha quedado simplemente en un año mejorable.

La facturación de OPTIMA LAB en 2020 ha sido un 40% de la de 2019, lo cual es una cifra excelente, teniendo en cuenta que ahora somos 3 nodos en lugar de 7 y que sólo hemos podido facturar seis meses.

Por otra parte, mi facturación personal total (directa+indirecta) ha sido un 55% de la del año pasado mientras que mi facturación directa ha sido un 85% de la del año pasado. ¿Cómo es esto posible?

Las apariencias engañan, también en efectividad

La conclusión obvia es que la anterior estructura era bastante menos eficiente de lo que creía (o de lo que quería reconocer), y no me refiero sólo a la de antes de la pandemia, sino históricamente.

Profundizando un poco, encontramos de nuevo el problema del escaso rigor en el proceso de incorporación que, hasta hace unos meses, tenía mucho de coladero. Mea culpa.

Digo coladero porque ha permitido que entraran en la red personas con nulo compromiso y —peor aún— que permanecieran en ella malgastando sus recursos durante años.

Como muestra, un dato: de los 10 nodos que ya no están en OPTIMA LAB, únicamente 4 completaron su proceso de certificación y llegaron a facturar formación en algún momento. Sobran más palabras.

En resumen, otro aprendizaje más que ya se está aplicando y vamos a tener muy presente de ahora en adelante.

Optimismo, ganas y compromiso

Y para terminar, media docena de buenas noticias que celebrar.

  1. !Por fin!— en 2020 estrenamos la nueva plantilla de los blogs OPTIMA LAB, algo que parecía casi imposible.
  2. 2020 me ha hecho cambiar radicalmente de actitud hacia la formación virtual, ante la que había sido muy escéptico con anterioridad. Escribiré sobre ello.
  3. He vuelto a reencontrarme con buenas sensaciones profesionales que casi había olvidado. Disfrutar de y con tu trabajo es impagable.
  4. Superado el impacto inicial, la nueva situación en OPTIMA LAB ha llegado cargada de efectos positivos como, por ejemplo, recuperar el Club de Debate sobre GTD® y, en general, mayor presencia de lo estratégico frente a lo operativo.
  5. Empezar de nuevo nos está permitiendo echar una mirada fresca a cómo trabajamos y repensar —desde una perspectiva crítica—nuestros procesos internos, desmontado las burocracias y arcos de iglesia que nos limitaban.
  6. Este año he hablado varias veces con mis editores. Estoy deseando empezar ya mi nuevo libro y, por primera vez en años, es algo que veo como una posibilidad próxima y real.

Poco más que añadir a este resumen. A pesar de lo difícil de la situación que atravesamos y de las incertidumbres, empiezo el nuevo año lleno de optimismo, ilusión y muchas ganas.

Sólo me queda daros las gracias a todas las personas que seguís ahí año tras año, compartiendo aprendizajes y acompañándome en este camino artesano.

¡Un fuerte abrazo y Feliz 2021!

La entrada Nueve años de consultoría artesana se publicó primero en Óptima Infinito.


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