¡Nuevo disco de Dropkick Murphys! : 11 Short Stories of Pain & Glory

¡Qué bien ha empezado este 2017 en materia musical! Tras 4 años de espera, por fin se ha publicado un nuevo trabajo de una de mis bandas favoritas: Dropkick Murphys (por si aún no los conoces, te dejo un link con la entrada que hice en este mismo blog sobre su historia y sobre sus trabajos anteriores: La ciudad de Boston, los Dropkick Murphys y el celtic-punk).

Este nuevo LP de esta banda bostoniana de celtic-punk, salió a la venta y se publicó por completo el día 6 del presente mes, y lleva por título 11 Short Stories of Pain & Glory (traducido como 11 historias cortas de dolor y gloria).

A finales de este 2016, ya pudimos escuchar tres de los temas que forman parte de este nuevo álbum, Blood, Paying My Way, y You’ll Never Walk Alone, de los cuales a mi me encantó el primero de ellos. Pero como creo que los álbumes se deberían “degustar” por el orden en el que vienen en el CD, vayamos disfrutando por orden de estas 11 nuevas historias que nos han traído los Dropkick Murphys en este nuevo año.

El primer tema que trae este nuevo trabajo de los Dropkick Murphys lleva por título The Lonesome Boatman. Se trata de una versión de la canción tradicional irlandesa instrumental del mismo nombre, canción que hicieron famosa entre otros, la banda de folk irlandés The Fureys, ya que editaron un álbum homónimo en el año 1969. En el caso de los Dropkick Murphys, esta versión se diferencia de la de The Fureys, además del toque punk, por unos coros que parecen recordar, en parte, al canto propio de los pubs irlandeses, y al igual que en la versión de The Fureys, protagonismo del tin whistle. Desde luego, es una magnifica intro muy adaptable para poder tocar en directo.

Enseguida se te viene encima la siguiente canción: Rebels With Cause. Es una buena canción que puedes identificar perfectamente con los Dropkick Murphys: mezcla de lo celta y de lo punk, guitarras a tope, unos coros fuertes,…

A continuación, una de las mejores canciones del álbum, Blood. Una gaita que ejerce su portento musical impregna toda la canción, es una de esas canciones que dan mucha fuerza y te alegran el espíritu, una letra de las que te hacen sentir poderoso, aunque solamente sea por un momento,…  Los Dropkick Murphys lo han vuelto a hacer con esta canción.

Si nos vamos ya a Sandlot, nos vamos a un poco más de calma, ya empiezan a dar ganas de dar palmas o golpear ligeramente la gran superficie que tengamos más a mano. Letra nostálgica y con un ambiente que vuelve un poco a la música de los pubs irlandeses, pero sin dejar de perder el toque celtic-punk propio de los Dropkick Murphys.

En First Class Loser, todavía hay más calma, vuelve el tin whistle, se va algo más hacia lo lírico, y con una letra con la que nos podemos identificar fácilmente. Con esta canción, los Dropkick Murphys nos hacen recordar fácilmente a sus antepasados irlandeses y su música.

Ya en Paying My Way, vuelven las palmas, nos agarramos del hombro de quien tengamos al lado y nos balanceamos ligeramente a un lado y a otro mientras cantamos (o berreamos, en su defecto). Esta letra es de esas que incitan al canto (o la berrea) fácilmente. Además, tiene un ritmo bastante pegadizo. Buen protagonismo momentáneo de la armónica.

I Had a Hat motiva mucho al pogueo, y parece que nos recuerda un poco a algunas canciones de The Pogues. El ritmo de batería y guitarras la verdad es que se nota mucho. También es una canción que por momentos también se adapta muy bien al canto (o la berrea). La conjunción de las voces de Al Barr y Ken Casey en determinados puntos de la canción es magnífica. Es también una canción muy propia del estilo de Dropkick Murphys.

En Kicked to the Curb, puede que recordemos un poco al grupo de oi! británico 4 Skins, sobre todo a su canción Yesterday’s Hero, aunque en esta ocasión, con el toque celtic-punk propio de los Dropkick Murphys. Una canción muy enérgica con ritmo pegadizo, difícil de olvidar.

A continuación, hinchas del Liverpool FC, levántense y preparen sus cuerdas vocales, ha llegado vuestro momento: una versión celtic-punk del más famoso cántico de los aficionados de este club de fútbol: You’ll Never Walk Alone. Esta canción, en esta versión, estoy seguro de que la cantarán desde Anfield y desde Boston para el mundo entero.

La siguiente canción tiene un título curioso: 4-15-13. ¿Podría ser esta la versión propia del 20 de abril del 90 de los Celtas Cortos, pero con el 15 de abril del 2013 y de los Dropkick Murphys? Realmente no, tiene un propósito muy distinto. Esta canción va muy dirigida a los habitantes de Boston, y me imagino que a más de uno se le habrán soltado algunas lágrimas. La fecha señalada fue el día del famoso atentado de la maratón de Boston. Es una canción que realmente puede llegar a tocar la fibra sensible, pero que no por ello deja de ser preciosa.

Bueno, ya llegamos a la última canción: Until the Next Time. Una gran canción para cerrar el álbum. Vuelve la gaita, una canción animada, pero tampoco sin pasarse, porque tiene bastante calma también. Tiene un gran estribillo muy fácil de silbar o tararear incluso ya no estás escuchando la canción.

En resumen, este nuevo trabajo de los Dropkick Murphys es un magnífico álbum, los Dropkick Murphys lo han vuelto a hacer, tanto tiempo de espera ha merecido la pena. Así se celebra, de manera un poco tardía, los 20 años de existencia de esta banda (recordemos que los Dropkick Murphys nacen en el año 1996).

Este álbum ya se puede adquirir de manera física u online a través de diversos canales, aunque yo os dejo debajo de estas líneas con un video de Youtube donde se puede escuchar de manera gratuita este nuevo álbum de Dropkick Murphys al completo. Desde luego, este es un álbum recomendable al 100%. Un saludo y espero que os haya gustado este artículo, y si os parece bien, comentad esta entrada y compartidla en donde sea y como sea.

Simón de Eiré