Su trabajo es reconocido por todos, pero pocos podrían explicar cómo es su día a día y cuáles son los límites de su trabajo. Los Agentes de Protección de la Naturaleza (APNs) de Aragón cumplen diversas labores en su día a día, tareas que se presentan de una forma cercana a los ciudadanos a través de un documental editado por el Gobierno de Aragón y realizado por Eugenio Monesma en el que se muestran, de forma más o menos reducida, veintidós actuaciones concretas de las muchas que tiene este colectivo.
A lo largo treinta minutos se trata de mostrar "la importancia que tiene este colectivo para la naturaleza, porque se encargan de muchísimas cosas que desconocemos".
Para poder mostrar estas realidades, el equipo de Monesma no dudó en "participar con los propios agentes en algunas de sus actuaciones", dándoles la oportunidad de "poner voz a su trabajo" y de narrar en primera persona vivencias que abarcan ámbitos muy diversos.
Como ejemplo, además del trabajo que se realiza en la extinción de incendios en las bases Helitransportadas, donde se realiza toda la preparación física y psicológica de las personas que trabajan en la extinción de incendios, el documental se detiene a explicar el trabajo que realizan estos agentes, por ejemplo, en la investigación de esos incendios, viendo qué ha ocurrido y cuál puede ser su causa, además de controlar las especies de fauna y flora que se han visto afectadas por esa situación y realizar el control de los trabajos posteriores.
A ello suman trabajos como la colocación de barreras en las zonas incendiadas que eviten la erosión o el censo y vigilancia de especies animales y vegetales, labor que cobra especial importancia cuando se trata de especies en peligro de extinción.
También se encargan de hacer la valoración para determinar cuántos animales de una determinada especie se podrán cazar durante la temporada o de alimentar a las aves carroñeras, sobre todo a los buitres, aunque su trabajo no acaba ahí.
Los APNs son quienes se ocupan de controlar las estancas y la población de osos, vigilando su presencia y los desplazamientos que realizan, todo sin olvidar la labor que realizan en el cuidado de especies que, por ejemplo, pueden herirse con los tendidos eléctricos.
Ellos son los que se ocupan de vigilarlo y, si ven que hay algún animal herido, se encargan de remitirlo al Centro de La Alfranca", añadió Monesma, satisfecho con el trabajo realizado tras varias sesiones de encuentros con los agentes sobre el terreno que dieron lugar a más de veinte horas de duración.
"Cada actuación ha quedado limitada, como mucho, a un minuto, pero hemos hecho fragmentaciones más ampliadas para el canal Caza y Pesca", buscando así la máxima difusión para una labor siempre reconocida, pero que muchas veces resulta demasiado lejana para quienes la valoran, concluyó Monesma.
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Diario del Altoaragón
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