Raro es el mes o la semana en la que no se escribe una nueva página en el dramático culebrón del matadero porcino Le Porc Gourmet. Años de falso cooperativismo, falsos autónomos, fraude a la seguridad social (para perjuicio de todos), dumping social, explotación laboral, racismo, e incluso esclavismo que parecían empezar a quedar superados tras la sorprendente y aparentemente salomónica intervención del Departament de Treball de la Generalitat, el cual, siguiendo con el símil bíblico de la famosa parábola del sabio rey de Israel, decidió algo así como trocear el bebé que se disputaban las dos madres (trabajadores y empresa) para dar la mayor parte de este a la empresa en lugar de hacerlo a los trabajadores, a los cuales podríamos considerar como la madre natural del bebé o en este caso de los derechos sustraídos o vulnerados durante años.
La intervención del Departament de Treball de la Generalitat, con los señores El Homrani i Ginesta al frente, estuvo salpicada de mil y una irregularidades y todo para buscar una solución que no perjudicara en exceso a la empresa, dado que sobre esas fechas la Inspección de Trabajo estaba sometiendo a dos de los mataderos catalanes del todo poderoso Grupo Jorge a un exhaustiva inspección. Recordemos que aquella negociación la llevaron a cabo representantes de la empresa, dos invitados de piedra como fueron CC.OO y UGT –como supuestos representantes de unos trabajadores pero sin haber sido elegidos por estos para desempeñar este importante papel negociador a su nombre- y el Departament de Treball como mediador. Fruto de esa negociación se llegó a un acuerdo por el cual la empresa renunciaba a la externalización de su plantilla a través de falsas cooperativas y se comprometía a contratar a todos y cada uno de los trabajadores en régimen general, pero con la condición de que se les permitiese un tiempo de adaptación durante el cual la plantilla estaría subcontratada a través de una empresa externa, Axparia Trade –tras la cual se encuentran las mismas personas que tenían el control de la falsa Cooperativa Clavial, una de las subcontratas que aportaba trabajadores al matadero-. Que la empresa se aviniese a cumplir con la ley, después de 23 años de falso cooperativismo y la degradación de la mayoría de los derechos laborales de los trabajadores, se convirtió para algunos en un gran logro.
Hasta donde llegan los largos tentáculos del poder de ciertos grupos empresariales, como en este caso el aragonés Grupo Jorge, no es excesivamente complicado de vislumbrar. El Grupo Jorge tiene en nómina a quien fuera una importante figura de la antigua Convergència y uno de los artífices de la mutación de la misma en PDECat, tras el escándalo del 3% en el que esta persona también tiene el honor de estar en la lista de los investigados judiciales, que es el abogado Francesc Xavier Sànchez Vera. Sin olvidar que al frente de la empresa puente a través de la cual está contratada la mayor parte de la plantilla del matadero Le Porc Gourmet, hasta que se haga efectiva su contratación por parte de la propia empresa, se encuentra una regidora de un importante ayuntamiento, la cual también lo es por el partido heredero de la antigua Convergència.
El nuevo episodio de este drama en el matadero Le Porc Gourment lo vivimos este pasado miércoles, cuando la empresa Axparia Trade tomó la decisión de despedir a nueve trabajadores –estando en el aire el futuro de unos cuantos más- por haber hecho caso omiso a las exigencias de los encargados, los cuales les prohibían hacer su habitual pausa a la que tienen derecho dada la dureza de su trabajo de matanza y despiece, y todo agravado por el descontento general de los trabajadores al tener pendientes de cobro las horas extras acumuladas en los pasados meses.
Los hechos nos demuestran que a este paso difícilmente podremos poner punto y final a este interminable drama, donde la mercantilización del trabajo llevó a unos seres humanos a perder poco menos que dicha condición y donde algunos siguen sacando grandes beneficios no respetando algunos de los derechos más básicos y todo bajo la aparente desidia de las administraciones, las cuales parecen haber estado mirando durante demasiado tiempo hacia otro lado.
MSNoferini