Nuevo medicamento cura las Heridas sin dejar Cicatrices

Derivado de las plaquetas, el producto exosómico purificado, conocido como PEP, se utilizó para transmitir mensajes de curación en células de modelos animales preclínicos de heridas isquémicas. El equipo de investigación de Mayo Clinic documentó la restauración de la integridad de la piel, los folículos pilosos, las glándulas sudoríparas, los aceites de la piel y la hidratación normal.

La PEP, es un exosoma estable a temperatura ambiente disponible en el mercado, es capaz de curar heridas que están agotadas del suministro de sangre adecuado en una sola aplicacion. Como esta tecnología ahora está escalada y biofabricada para aplicaciones clínicas, crea un potencial para un gran avance en la ciencia médica en el campo de la cirugía plástica.

El producto exosómico purificado es una vesícula extracelular que transporta carga de una célula a otra, dirigiéndose a los tejidos exactos que necesitan reparación. Se fabrica bajo estrictas medidas de control de calidad y se formula como un polvo seco para permitir el almacenamiento a largo plazo a temperatura ambiente. El polvo se mezcla con una solución de hidrogel en el lugar y se puede aplicar directamente sobre la herida. A diferencia de los productos celulares, no es necesario enviarlo a un laboratorio externo para cultivarlo y escalarlo.

El equipo de investigación reprodujo heridas con bajo suministro de sangre en modelos animales grandes. Trataron algunas de las heridas con el producto exosómico purificado y las compararon con las heridas que se trataron solo con el hidrogel. Descubrieron que las heridas tratadas con el producto exosomal purificado podían curar con la piel restaurada a su arquitectura normal.

Este estudio ha sentado las bases para la aprobación por la Administración de Alimentos y Medicamentos para comenzar un ensayo clínico de primera clase para probar la seguridad del uso del producto exosomal purificado para la cicatrización de heridas en pacientes con heridas isquémicas crónicas en afecciones propias de la diabetes, úlceras por presión, endurecimiento de las arterias, lesión traumática o efectos secundarios de la radioterapia. Este innovador estudio se publico hoy en la revista Theranostics.