Revista Política
El 38 Congreso del PSOE ha elegido a Alfredo Pérez Rubalcaba como nuevo Secretario General. Ha sido una elección reñida y no exenta de polémica. Carma Chacón había hecho una muy buena campaña dentro del partido gracias a la magia de la imagen obrada por su marido y a que supo aglutinar el descontento existente dentro del partido. Pero vamos por partes.No voy a esconder que mi candidato era Alfredo Pérez Rubalcaba y por muchos motivos, pero el principal es que, de los dos candidatos, era el único que era militante del PSOE y no de un partido adscrito que las más veces veces va por libre y no integrado. Recordemos que siempre amaga con tener grupo en el Congreso y ya lo tiene en el Senado (La entesa catalana, o algo así), además ha pedido el ingreso como partido a parte en el Partido Socialdemócrata Europeo y ya se está escorando hacia el pacto fiscal. En segundo lugar es que el sector que ha llevado al PSOE a la quiebra política ha sido el zapaterismo. La etapa de JL Rodríguez Zapatero como Secretario General del PSOE ha sido la más destructiva de la historia del partido. No solo ha instalado a chiquilicuatres en el aparato del partido, sino que ha conseguido con la misma habilidad ahuyentar a los técnicos y toda una gente que, si bien no estaba en el partido, constituía una base fuerte de cargos públicos y con responsabilidades de gobierno. Ya no hay banquillo en el PSOE y es porque los ha defenestrado JL Rodríguez Zapatero. Es increíble que el descontento latente en el reino de taifas que es el PSOE lo haya capitalizado la principal pupila de quien ha fabricado la mayor derrota electoral del partido. Y más curioso me parece que quien no hubiera sido nadie en política sin ZP haya negado hasta tres veces, como Pedro, de su mentor. Pero supongo que es una especie de Saturno devorando a sus...padres en este caso. En tercer lugar, y más importante, es que los delegados del PSOE deberían tener claro que nadie de los que eligieran hoy va a ganarle las elecciones al PP. Tenemos PP para rato y no es solo porque cueste mucho recomponer un partido, que cuesta. Sino porque los ciclos electorales en España son largos y, hasta ahora, no ha habido nunca ninguno que descienda de dos legislaturas. Por lo tanto los delegados deberían haber tenido en cuenta que estaban eligiendo al maestro de obra de una reconstrucción del partido que dará lugar al próximo presidenciable del PSOE. Y esto no lo podía hacer Carma porque no tiene contactos en el establishment socialdemócrata español. También deben tener en cuenta los delegados del partido que estaban eligiendo al líder de la leal oposición de SM y que éste le va a dar todas las semanas la réplica a un Primer Ministro con mayoría absoluta en la Cámara y que para ello hace falta, en primer lugar, saber hablar, algo que Carma no ha demostrado todavía, o lo ha hecho en sentido contrario. Con lo que, parece que hay cierta continuidad en el Partido, pero continuidad con Felipe, que, les guste o no a muchos del ala más izquierda, es el único sector que puede reconstruir la base social, económica y de banquillo que el huracán zp se ha llevado con él. "Muera yo, y el mundo conmigo" parece haber dicho el Luis XV del Partido.