Silent Hill, el clásico videojuego de survival horror de Konami, ha conseguido adaptarse al cine con comodidad. Christophe Gans es el hombre a quien debemos agradecérselo: la banda sonora, es la misma que compuso el brillante Akira Yamaora, quien compuso la de la mayoría de los videojuegos de la saga, y ahora acompañado de otro no menos admirable Jeff Danna; la ambientación es espectacular, en cuanto a la niebla famosa de Silent Hill, como en el mundo infernal, sin añadir sustos fáciles, y siempre con el toque oscuro del videojuego. Se ha logrado recrear el clima típico de Silent Hill, transformando las pacíficas ciudades de Toronto y Ontario en Canadá, donde rodaron todas las escenas, en los siniestros mundos de Silent Hill.
Pocos fallos podemos sacar a una lograda adaptación del videojuego de Konami, como es la insistencia en explicar y destripar parte del argumento, cuando el misterio de los acontecimientos inexplicables era parte de la magia del juego. No podemos decir que se trate de una serie de películas de terror a la altura de la sobresaliente saga de Saw, pero nos encontramos ante un generoso homenaje de uno de los mejores videojuegos de terror.
En la nueva adaptación, los personajes se repiten, y en esta secuela vamos a ver a una Heather Mason (Adelaide Mason) con 18 años, antes de que ocurriera todo lo que pudimos ver en la película Silent Hill, en la que descubrió que su identidad era falsa, y sus orígenes se encuentran en el susodicho pueblo. Ahora la historia se alimenta de los escenarios y la vida de Heather (interpretado por el famoso Sean Bean) y su padre Harry, siguiendo la trama del videojuego Silent Hill 3.
La película llegará a los cines el 31 de octubre, con la misma estrategia que empleará Paranormal Activity 4 en España, situando su estreno en el día de Halloween.
Fuente: Empire Online
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